miércoles, 23 de junio de 2010

Surprise!!!

Hola holita!!

Ohh cuanto tiempo sin escribir en el blog, como lo echaba de menos.

Esta entrada va a ser breve... pero a pesar de ello espero que os haga ilusión saber que el blog para subir la segunda parte ya está hecho, y para abrir boca he puesto el prólogo.


Sí, lo se, la página se las trae pero no me dejaba ponerlo de otra manera. Espero que os paséis y que os guste.

Un beso!!

sábado, 24 de abril de 2010

Despedida =(

Hola a todos.

Esto a a ser una amarga despedida para mí. He empleado bastante tiempo en esta historia, y aunque tenga muchísimos fallos, me enorgullezco de ella ya que ha sido la primera que no he abandonado y eso para mí es todo un logro.

Bueno, espero que halláis disfrutado de la historia tanto como lo he hecho yo escribiéndola, y también espero, que el día que la continúe en una segunda parte, la sigáis como está.

Sin más me despido, y muchas gracias.

A Terrible Surprise (Part.3)

-¿Si me quedo contigo, ellos vivirán y serán libres?- susurré.

Asintió sin apartar los ojos de mi cabeza.

-Está bien, tu ganas pero… como incumplas tu palabra, si es necesario yo misma te mataré con mis propias manos, o moriré en el intento- alcé la cabeza mientras le decía estas palabras.

Hachi se tiró al suelo de rodillas, apoyada sobre sus manos comenzó a llorar de manera extrema. Kyo se sentó junto a ella intentando consolarla con palabras, pero su llanto no cesaba. Shallow y James me miraban con tristeza y a la vez con agradecimiento. No soportaba la imagen de Hachi llorando, tenía ganas de llorara junto a ella pero únicamente lo había hecho por su bien.

Selenia alzó las manos y liberó la única salida que había, aquella que había sido derruida, con un simple movimiento la reconstruyó.

-Podéis iros, pero os advierto que, como os vuelva a ver u os inmiscuyáis en mis planes, mi palabra no servirá de nada.

James asintió y los cuatro atravesaron el arco, sin embargo James se asomó por el arco un segundo antes de irse.

-Volveremos a buscarte, te lo prometo-dijo telepáticamente, teniendo cuidado de que no se percatara Selenia

Tras ello desapareció. Al escuchar esas palabras no pude reprimir más el llanto. Selenia me abrazó y con ello solo consiguió que llorara aún más. Seguramente mis amigos lo escuchaban por el túnel, no quería ni imaginarme como se sentían ellos.

-Lo siento- susurré.

Ojala las palabras de James fueran ciertas, yo les iba a estar esperando ignorando el tiempo.

Miré de nuevo el rostro de Selenia se me hacía extraño, no lograba relacionar esos abrazos como una muestra de cariño con esa cara. Aún desconfiaba que me amara pero ya no tenía elección, había decidido quedarme con ella y así lo haría hasta que James cumpliera su palabra

CONTINURÁ…?

A Terrible Surprise (Part.2)

Imposible. No podía estar hablando en serio, no podía permitirlo pero, no podía hacer nada, ni siquiera era capaz de bajar de aquel ventanal. En más de una ocasión James me había hablado de un poder que poseía sin embargo nunca había aparecido. Quería ayudar, de verdad que quería pero desde allí lo único que podía hacer era gritar, y si quería bajar, la única opción era tirarme, existía la posibilidad que Hachi o Kyo me vieran y me recogieran rapidez, tal y como habían salvado a Shallow y a James. Pensé que no tenía nada que perder por lo que cerré los ojos y me dejé caer. Notaba como mi cuerpo caía rápido y no sentía contacto con nadie, ¿me dejarían morir? Perdí pronto toda esperanza en seguir con vida, únicamente tenía presente el tremendo golpe que me causaría la muerte. De repente mi cuerpo se frenó en seco. Me emocioné al ver que no se habían olvidado de mí, y que al menos mantendría la vida un día más. Al abrir los ojos descubrí que estaba a escasos centímetros del suelo, sin embargo todos, incluso Selenia, me miraban desde lejos asombrados. No me sujetaba nadie, estaba volando por mis propios medios, el poder que había estado dormido tantos años al fín había despertado, o la menos en parte. Cuando toco el suelo con los pies me siento tan eufórica que no puedo parar de saltar.

-¡Genial, Al!- gritó James.

Selenia dio la espalda a James y comenzó a caminar hacia mí. Andaba erguida y de forma elegante, sus pasos eran largos y firmes por los que en apenar cuatro o cinco pasos se encontraban frente a mí. Para mirarle a la cara tuve que alzar bastante la cabeza, mi pequeño tamaño era un gran inconveniente. Sus rojos ojos continuaban cohibiéndome, únicamente era capaz de mirar sus labios los cuales empapaba de saliva con su lengua como había hecho anteriormente. Se inclinó hacia mí oreja y me la mordió con suavidad. No lo voy a negar, me encantó, me gustó tanto que enrojecí, pero no pude evitar recordar quién era esa mujer y no estaba segura de nada. Desvié la mirada hacia mis amigos quien cuchicheaban algunas palabras entre ellos. Hachi no paraba de mirarme preocupada y no era para menos, aquella mujer estaba dispuesta a matarnos si no seguíamos sus órdenes.

Selenia volvió a erguirse y antes de que pudiera correr hacia Hachi me atrapó la mano, era inútil tratar huir de ella, siempre se adelantaba a cualquiera de mis pasos. Todos sabíamos que ninguno íbamos a ceder a sus peticiones, no íbamos a ser sus esclavos por muchas amenazas que creara. Todos moriríamos y no nos hacía ninguna gracia. Shallow seguía con la misma actitud depresiva, parecía resignada al futuro que le tocaba como sierva de Selenia, o simplemente no la apetecía luchar y disfrutaba de sus últimos momentos con vida. Comencé a pensar posibles soluciones que nos salvaran a todos, todas ellas provocaban una risa estridente en la mujer que me tenía casi prisionera.

-No te canses pequeña, no hay nada que me pueda hacer cambiar de opinión.

-¿No hay nada que desees más que tenernos a todos como tus esclavos?

La mujer se mantuvo pensativa unos minutos, a pesar de ello no me soltó. Estaba seria, debía estar analizando cada una de las posibles cosas que pudiera querer. Más que querer que nos dejara libres estaba intentando darles tiempo a los demás para que idearan algo para destruirla; por mucho que me doliese no debía vivir esa persona. No sé si Selenia sabía cuales eran mis intenciones, si lo sabía no me demostró ningún indicio de ello. Tal y como me había dicho ella, llegué a pensar que no había nada más que pudiera desear, pero me equivocaba. Selenia sonrió desafiante.

-Sí, hay algo que desee aún más.

Todos enmudecimos, los murmullos que provenían de mis amigos cesaron al igual que mis pensamientos. Tragué saliva de forma exagerada, estaba terriblemente asustada, a saber que idea macabra se le había pasado por la cabeza. La mujer se aclaro la voz, cogió aire y lo expulsó con fuerza.

-Deseo… deseo…

-¿Qué es lo que quieres Selenia?-dije casi en un susurro lleno de nerviosismo.

- Lo que quiero es… que te quedes y reines conmigo. Si te quedas… tus amigos serán libres y no morirán.

Nadie dijo nada de nuevo. Podría haberme imaginado cualquier cosa menos eso. Era una completa locura, ¿cómo podía quedarme allí con ella? Mis amigos miraban atónitos a la mujer, Hachi estuvo apunto de gritar algo sin embargo James estuvo rápido y la tapó la boca. No sabía que pensar de todo aquello, era la primera vez que podía hacer algo por ellos, durante todo el viaje había deseado una oportunidad como esta pero tenía miedo. Posiblemente solo quería estar conmigo para quitarme todo el poder que fluía por mi cuerpo y después me mataría e iría de nuevo a por ellos. Como había hecho anteriormente, me había leído la mente, llegué a pensar incluso que siempre había estado haciéndolo.

-Te equivocas Alesana. Puedo tener muchísimos años, más de los que puedas llegar a imaginar, puedo ansiar todo el poder existente, puedo querer dominar el mundo en su totalidad… como muchos decís soy cruel y malvada pero hasta yo tengo sentimientos. Puedes creerme o no, pero eres la primera persona que me ha hecho sentir algo que no sea odio. A pesar de ello mi manera de pensar sobre el resto del mundo no ha cambiado y quiero reinar sobre todos. Te quiero únicamente para mí.

Hachi, en ese momento, mordió la mano de su padre.

-No la creas Al, da igual lo que pase, no cedas a su petición- dijo entre lágrimas.

Era difícil creer a Selenia, ella misma lo ha dicho, era malvada y a los malvados no se los suele creer. Fuera verdad o mentira debía tomar una decisión y rápido, antes de que todos acabáramos muertos, me incluí en ese momento por la gran duda que me provocaba aquel breve discurso de Selenia.

A Terrible Surprise (Part.1)

Tragando saliva con dificultad observaba la nueva figura de Miriam. Era alta y esbelta cual diosa griega, sin embargo sus ojos rojos perturbaban aquella imagen casi divina.

Miriam, Selenia, o como quisiera llamarse, me dejó suspendida en el aire, agarrandome únicamente con uno de sus largos y fríos dedos. Me sorprendió profundamente que, a pesar de su figura aparentemente delicada, tenía más fuerza incluso que un hombre.

Reik continuaba tirado en el suelo, refunfuñando crueles palabras hacia su persona. Selenia sonreía vilmente sin alejar sus pupilas su objetivo, yo.

Había perdido de vista a Shallow y a James, me preguntaba continuamente donde estarían. Mi mente se ausentó unos instantes mientras mis ojos analizaban cada rincón de la habitación; recordaba lo dura que había sido con James, finalmente había hecho lo correcto mientras que yo solo lo había estropeado.

El cuerpo de la mujer se elevó hasta que su cabeza consiguió tocar el techo. No me soltó en ningún momento; si hubiera querido, podría haberme matado en ese mismo momento, pero no lo hizo, únicamente me balanceaba para asustarme. Por cada lágrima que derramaba ella dejaba salir una ruidosa carcajada dejándonos clara su superioridad. Entre lágrima y lágrima conseguí vislumbrar dos figuras en un rincón, estaban sentados en el suelo, abrazándose mutuamente y temblando como dos pequeños cachorros.

A Selenia no le resultó indiferente que les hubiera encontrado. Giré lentamente la cabeza para ver su rostro de nuevo, no quería moverme demasiado por si caía al suelo. Sacaba su lengua continuamente y se la pasaba por sus carnosos labios sugerentemente, definitivamente era opuesta a Miriam, debió resultarle muy difícil interpretar un papel así. Sus perversos ojos cambiaron de rumbo, de nuevo era yo la que captaba su atención, calmó su risa malévola para sustituirla por una sonrisa perversa.

- Cuanto has de aprender aún pequeña y dulce Alesana. Miriam si era así solo que no lo supiste ver, aunque he de admitir que me contuve en algunas ocasiones.

No me sorprendió el comprobar que ella tampoco respetaba mi intimidad, para ser sincera, me lo esperaba. Lo que me llamó la atención fue que analizara mi cuerpo con precisión. Agarrándome con fuerza con sus dos brazos, levitó sobre la estancia hasta llevarme a un gran ventanal situado en uno de los lados de la estancia. Me depositó suavemente sobre uno de los salientes del ventanal, dejando que mis piernas se quedaran colgando, con total movimiento aunque no me sorprendió mucho, a esa altura era imposible que pudiera escapar. Besó una de mis mejillas dulcemente con sus carnosos labios y dijo.

-Espérame, no tardaré mucho.

Tras esta breve despedida se acercó hacia el centro de la habitación, donde sin duda la perspectiva era muy favorable para ella. Suspiró profundamente mientras alzaba ambos brazos sobre su cabeza. De sus manos surgieron dos bolas rebosantes de luz; en un instante había creado dos bolas de fuego de un tamaño considerable. Cogió impulso y las lanzó hacia donde estaban mis compañeros. Tapé mis ojos rápidamente, no estaba preparada para ver el cuerpo de Shallow y James completamente carbonizados. A pesar de no ver absolutamente nada, el estruendo que propició el impacto de las dos esferas no fue indiferente a mis oídos. Con temor, quité las manos de mis ojos y lo primero que avisté fue el rostro de Selenia tenso, con una mirada llena de odio y frustración. No tardé mucho en descubrir la razón por la que la mujer se mostraba tan enfadada, mis amigos estaban intactos. No pude reprimir una sonrisa rebosante de alivio. Frente a ellos yacía el cuerpo de una persona completamente chamuscada, no había ninguna duda de que era Reik pues era la única persona que faltaba.

- En fin solo era un estorbo- dijo refiriéndose a Reik.

Me dejó anonadada esa expresión ¿no se suponía que eran hermanos?

Aprovechando la distracción de Shallow y James al estar sorprendidos por seguir con vida, Selenia volvió a crear otras dos bolas de fuego, en esta ocasión su tamaño era bastante más grande. Se echó hacia atrás para coger fuerza pero cuando fue a tirarlas dos figuras medio encorvadas surgieron frente a James y a Shallow. Kyo y Hachi estaban despiertos y por lo visto eran conscientes de todo lo que había ocurrido. Sus cuerpos se tambaleaban a cada paso que daban sin embargo pronto recuperaron la compostura. Selenia gruñó bruscamente, no parecía muy contenta de que mis otros amigos estuvieran allí. Me puse en pie rápidamente y comencé a dar saltos llenos de alegría. Mi impetuosa reacción no fue indiferente a nadie. Unos me miraban satisfechos mientras que la esbelta mujer me fulminaba con la mirada. No a mucho tardar Selenia tiró las bolas de fuego con todas sus fuerzas. Con una rapidez extrema, Kyo y Hachi cogieron a nuestros amigos y los alejaron de la explosión.

-Vaya vaya Kyo sigues tan rápido como un felino, era de esperar- sonríe- pero tú Hachiko, no sabía que te habías vuelto tan veloz, supongo que ambos habéis evolucionado bien.

-¡Cállate vieja bruja!- gritó Kyo- tus falsos halagos no nos engañan.

-Por lo visto te has convertido en una persona desconfiada y malhablada, me has decepcionado.

-Si es así, me alegro de ello, pero ahora… déjanos marchar a todos. Ya tienes todo el poder que puedes obtener, no nos necesitas.

-Puede que estés en lo cierto muchachito, pero, quiero pasar una larga temporada con mis hijos “adoptivos” ¿o es que acaso no puedo?

-Ni lo sueñes Selenia- dijo Hachi.

¿Hijos adoptivos? ¿De que estaba hablando? Creía que ya las sorpresas en aquella aventura habían finalizado, pero por lo visto quedaba alguna más.

James y Shallow habían pasado a un plano secundario para mí durante esa conversación, sin embargo siempre estuvieron allí, escuchando atentamente las palabras de Selenia. Comprobé satisfactoriamente como mi vista había mejorado considerablemente; a pesar de la altura a la que me encontraba podía ver con claridad la expresión de la cara de mis amigos. Shallow se veía deprimida, frustrada por no tener poder contra aquella mujer, sin embargo James miraba fijamente a Selenia, con odio, mientras apretaba sus puños con fuerza y gruñía cual animal enfadado; parecía estar a punto de saltar a por ella a pesar de no tener ninguna oportunidad para vencerla.

La mujer descendió con elegancia hasta que sus pies rozaron el suelo, sin embargo aún seguía levitando. Se acercó al grupo lentamente. Kyo y Hachi que se encontraba bastante cercanos, pero sin rozarse, acabaron siendo separados por sus finas manos; no opusieron demasiada resistencia. James se encontraba cara a cara con ella sin reprimir su mirada de odio. Shallow se alejó unos metros, no se sentía nada segura cercana a ella.

-No merece la pena que te enfurruñes querido James, no tienes nada que hacer contra mí. Fallaste al dejar que os acompañara, sin duda eres muy inocente.

- En eso he de darte la razón, fallé, no me percaté de que tú eras Miriam, y me arrepiento de ello.

-Bueno es que para que existan personas inteligentes, como yo, necesitan existir personas estúpidas.

-Guárdate tu prepotencia Selenia. Por mucho que nos vayas a amenazar, nunca seguiremos tus órdenes.

-En ese caso moriréis.

The End

Hola a todos!

No se si a algunos les alegrará esta noticia o por el contrario me odiarán por ello, pero he de anunciar que el próximo capítulo que suba será el último. Sí después de un año y cinco meses, he acabado mi primera historia de dimensiones considerables.
La voy a subirá ahora mismo así que espero que leáis el final. Tras ello escribiré una despedida a mis lectores, y... quien sabe si la continuación en una segunda parte la subiré aquí de nuevo.

Un saludo

jueves, 25 de marzo de 2010

Miriam's Ghost (Part.3)

-De momento no, aún se pueden salvar pero…-sonríe- es muy difícil que consigan salir de esta.

¿Por qué dices eso?

-Es sencillo, solo vivirán si yo muero, y como bien sabes eso va a resultar muy difícil.

-No lo veo tan difícil, tan solo eres un viejo cascarrabias con el ego por las nubes.

-¡Serás insolente!

Volvió a levantarme con un solo brazo, apretaba mi muñeca con fuerza tanto que creía que me la iba a romper, pero no mostré ni un signo de dolor ni arrepentimiento, no quería darle esa satisfacción. Reprimí las lágrimas y los gritos tanto como pude, Shallow y James iban a soltar sus armas pero negué con la cabeza, esto me lo había buscado yo sola, ellos debías permanecer en sus posiciones por si acaso. Miriam empezó a alzar la cabeza, sus ojos no tenían miedo ninguno como el que había demostrado antes, se levantó por completo y empujó con todas sus fuerzas a Reik. El anciano retrocedió unos pasos dejándome caer al suelo. Por mucho que pretendiera hacerse el fuerte un pequeño empujón le había desequilibrado. Miriam me ayudó a levantarme y entonces fue cuando me di cuenta, Miriam me había salvado, jamás hubiera pensado que algo así pudiera ocurrir. Mis pensamientos de la valentía de Miriam pronto de desvanecieron, Reik nos miraba como si le hubiera poseído el mismísimo demonio, estaba fuera de sus casillas, nos iba a embestir cual toro. Me retiré rápidamente y sentí como el colgante del cristal se caía de mi bolsillo, pero no llegó a caer al suelo fui lo bastante rápida como para cogerlo. Miriam y yo nos quedamos mirando su brillo que me recordaba al momento en el que estaba con David, era el mismo brillo cegador. Pronto nos dimos cuenta de que no éramos las únicas que estábamos pendientes del cristal, Reik permanecía quieto, a cierta distancia, observándolo de manera obsesiva. Cerré el colgante entre mis manos, no sabía que quería de él.

-¿Ocurre algo?-pregunté.

-¿De donde lo has sacado?- empezó a buscar en sus bolsillos.

-No te importa, ¿qué quieres de él?

-Quiero que me lo des.

-¿Qué?-grité- Debes estar loco, este colgante es un recuerdo y no se lo voy a dar a nadie, ¿lo has entendido?

-Creo que no me has entendido, te ordeno que me lo des, es mío.

Solté una carcajada.

-Debes estar de broma, esto lo compré yo en un viaje.

Reik se volvió a acercar a mí lentamente, sus ojos estaban fijos en mis manos, pretendía quitármelo por la fuerza. No sabía donde esconderlo, entonces Miriam me ofreció sus manos para guardarlo. El paso de Reik era cada vez más veloz, de nuevo Shallow y James permanecieron en su sitio, observando, e hicieron bien al menos ellos estaban seguros. Sin pensármelo dos veces le dí el colgante a Miriam quien se lo colgó del cuello. Un alarido hizo que todo retumbara de nuevo. Miré estupefacta a Reik quien caía de rodillas al suelo y se volvía más joven por momentos. ¿Qué estaba ocurriendo? Miré a James y a Shallow pero al parecer ellos tampoco entendían nada. Miriam metió una mano en uno de sus bolsillos y sacó un colgante exactamente igual al que tenía en el cuello. ¿Dos colgantes?

-Nos has condenado jovencita, nos has condenado a todos a muerte.-dijo Reik apenado

Miriam reía tímidamente pero pronto esa risa se convirtió en una carcajada. Miró fijamente a Reik. Miriam empezó a transformarse en una bella dama de cabello negro azabache y los ojos rojos.

-Parece que todo a acabado, tu manera de ser “malvado” no convencía a nadie hermanito.-dijo Miriam sonriente- Has perdido, por lo tanto todo el poder que nos dejó nuestro padre lo poseeré yo.

-No seas así Selenia, tú lo convertirás todo en caos y para que este mundo siga adelante debe regir el orden.

-¿Y eso quien lo dice? ¿Tú, mequetrefe?- rió de nuevo- ahora todo el poder lo tengo yo, y ha sido todo justo, como tú querías.

- Lo sé pero… no sabía que todo acabaría así-dijo Reik abatido.

-Ahora todos seguiréis mis órdenes.

Miriam's Ghost (Part.2)

Con los pies en tierra, la oscuridad se había marchitado, varias antorchas sobre pedestales de piedra iluminaban el recinto. Las paredes agrietadas daban la sensación de que en cualquier lugar ese lugar se vendría abajo. Al contrario que las paredes del resto del castillo, las paredes no eran sobrias sino que estaban decoradas con largas enredaderas. Escuchábamos el eco de unas voces gritando, voces muy familiares que al ser tan fuertes desprendían trozos de roca de la pared. Sorprendidas avanzamos corriendo por el único camino que había siguiendo las salpicaduras de sangre que había en el suelo. Miriam comenzó a ponerse nerviosa al oler la sangre, ese olor metálico recuerdo que me dijo que la ponía siempre muy mala, seguramente se refería a que era hemofóbica, por ello debía sacarla rápidamente de aquel lugar. Agarré su mano y comencé a tirar de ella aumentando la velocidad de nuestro paso; sin embargo cuanto más avanzábamos más sangre había. Rompí la parte de debajo de mi camiseta en dos trozos, corté lo necesario para taparle la nariz y los ojos y lo suficiente para que no se me viera nada, por unos minutos pensé que nos serviría y, efectivamente, parecía que mi improvisada idea funcionaba por lo que volvimos a aumentar el ritmo. El camino se volvió estrecho, tanto que no podíamos ir una al lado de la otra sino que debíamos ir agarradas pero en fila india. Las voces se oían con más fuerza, más intensas. Miriam corría exhausta, el tener un trozo de tela podía ser la causa, aún así no podía arriesgarme a quitársela, no quería que se me cayera desmayada. Nuestro paso de nuevo se volvió más lento para hacerle el camino más fácil. El sendero parecía interminable, tanto Miriam como yo no podíamos dar ni un paso más por lo que caímos al suelo. Con dificultad miré hacia el frente y descubrí como a pocos metros de ahí un arco de piedra de gran altitud mostraba la salida. Nos levantamos con dificultad hasta llegar a él y le quité ambos trozos de tela a Miriam para que pudiera ver y respirar a gusto. Las voces se escuchaban en la habitación que había tras ese arco y nos sentamos en el suelo. La voz grave de James hacía que todo retumbara, a este paso se nos caería todo encima, ese hombre jamás haría nada bien, primero mató a la persona que amaba y después intentó matarme a mí con esos gritos, bien es cierto que en ninguna de las dos ocasiones fue intencionado, pero en cualquier caso el fin no justifica los medios. Miriam y yo nos colocamos cada una a un lado del arco y nos asomamos cuidadosamente.

Lo primero que conseguía avistar fue los cuerpos de Kyo y Hachi tendidos en el suelo. Mi primer impulso fue correr hacia ellos, afortunadamente Miriam estaba ahí para retenerme. No sabía si estaban vivos o muertos pero no tenían muy buen aspecto. A escasos metros de ellos se encontraba James empuñando una espada dorada. Shallow se situaba alejada unos metros de James con el arco tensado hacia un objetivo. Tanto Shallow como James, independientemente de su lejanía, se encontraban frente a la misma persona, un hombre de edad avanzada sentado en un trono color marfil que les miraba con la cabeza un poco inclinada hacia abajo. Ese debía ser Reik, aunque me lo imaginaba bastante más joven como es el caso de James. Parecía un anciano enfermo en sus últimos días, tenía un aspecto lamentable.

-¿Ese es Reik?- me susurra Miriam

-Debe ser, porque sino… ¿quién es?

Miriam asintió no muy convencida, seguramente permanecía dudosa de que ese hombre tan mayor supusiera tanto peligro y que tuviera a tantos hombres y mujeres bajo su mandato, y no era para menos, yo también pensaba lo mismo.

James y Shallow continuaban apuntándole con sus respectivas armas, pero Reik ni se inmutaba, solamente les miraba con el rostro serio, yo diría que incluso cansado. A Shallow le empezó a temblar el brazo ¿cuánto tiempo llevaría así? Debía estar muy cansada para que se le moviera el brazo de esa manera, pero ¿por qué no disparaba?

Reik miró hacia el arco de piedra, ¿nos había descubierto? ¿Cómo? James nos enseñó como ocultarnos de un vampiro y lo practicamos durante día hasta que finalmente lo conseguimos. El anciano sonrió levemente.

-Vaya, parece que tenemos compañía-anunció con voz grave

-No… no puede ser-dijo James asustado- en este momento… justo ahora…

Reik movió la mano velozmente e hizo que el arco empezara a desprender fragmentos de piedra sobre nosotras, se iba a derrumbar. Sin pensarlo dos veces entramos en la habitación, como quien dice, entramos en la boca del lobo. Por las prisas ambas caímos al suelo de rodillas. Mantuvimos la cabeza agachada por el miedo durante un buen tiempo, no nos atrevíamos a levantarla, el miedo nos lo impedía. No se escuchaba ningún ruido excepto la respiración entrecortada de Miriam y los fuertes latidos de su corazón, a ese paso se le saldría. Cuando me calme lentamente fui alzando la cabeza, lo primero y último que vi fue los pies de Reik, me detuve cuando alguien comenzó a aplaudir. Al escuchar esas palmas me quedé atónita.

-Lo ves James, estas dos personas me rinden pleitesía, son inteligentes y prefieren vivir.

-No seas tan ingenuo, ellos jamás se someterán a tu voluntad ni aunque les obligases. Les conozco mejor que tú.

-Lo dudo mucho, el pequeñazo ese ha estado bajo mi mandato durante dos años.

James soltó una carcajada.

Si tan bien le conocieras sabrías que ese no es David.

-¿Qué tonterías estás diciendo?-pregunta nervioso.

-Lo que oyes, ese no es David aunque lo parezca.

Sentí la fría mirada de Reik sobre nosotras, preguntándose si James decía la verdad o no. Su mirada en mi nuca me ponía nerviosa, no lo soportaba por lo que levanté la cabeza y le miré a los ojos sin mostrarle ningún temor aunque lo tuviera. No sabría como explicar lo que sentí cuando esa mirada atravesó la mía; si ya estaba atemorizada su mirada hizo que lo estuviera aún más. Tenía tanto miedo que no era capaz de mover ninguna parte de mi cuerpo. Miriam continuaba con la cabeza agachada, temblando. Desvié mi mirada hacia James, el rencor había disminuido algo pero solamente porque la veía de nuevo junto a mí pero en cuanto se tuviera que marchar de nuevo no se lo que pasaría. Mi compañero continuaba empuñando la espada dorada y comprendí el por qué no le atacaban, él era muy poderoso y por mucho que le intentaran ocultar sus pensamientos, él los leería y se adelantaría a sus pasos.

Reik se levantó de su trono y se acercó a mí con lentitud, me agarró de uno de los brazos y me elevó.¿De donde había sacado tanta fuerza?

-¿Y tú quién eres jovencita?

-¿No lo sabes?-pregunté sorprendida- Vaya y yo que creía que lo sabías todo…

-No te rías de mi niña, te exijo que me lo digas.

- Si quieres saberlo averígualo tú solo, no pienso decirte nada.

-Eres una niña muy impertinente ¿lo sabías?

-Claro que lo sabía- le contesté con una sonrisa- pero… está bien… te propongo que hagamos un trato, te revelaré mi identidad si me contestas a unas preguntas. ¿Aceptas?

Creía que no tomaría en consideración mi propuesta y que la rechazaría de inmediato, sin embargo se mantuvo pensativo unos instantes. Alternaba la mirada entre Shallow y James ¿Había hecho bien arriesgándome tanto? Miriam me miraba de reojo, continuaba con la cabeza agachada y los brazos temblorosos, como siguiera apoyada en ellos se estamparía contra el suelo.

Reik se aclaró la garganta para captar mi atención.

-¿Qué deseas preguntar?-dijo resignado.

-Primero, ¿Hachiko y Kyo están muertos?-tragué saliva de forma exagerada.

Miriam's Ghost (Part.1)

Miré a mi alrededor, buscaba algún indicio de su presencia, pero no encontré ni una pequeña ráfaga de viento. Me preocupaba pensar que quizás no volvería, miré con pesar a David mientras el me regalaba una cálida sonrisa.

-Regresará, confía en mí.

-¿Y si no lo hace?

-Al, lo hará- me aseguró- no seas tan impaciente, espera un poco.

-Está bien.

Como el susto ya había pasado volvimos a sentarnos juntos. Mi amigo ya había regresado a la normalidad, su mirada perdida de nuevo era una mirada rebosante de bondad. En esta ocasión nos sentamos aún más juntos que antes y esperamos con impaciencia a que volviera.

Pasaron las horas y no había ni rastro de Miriam. Continuaba con el colgante en la mano, la luz había disminuido considerablemente pero aún así resplandecía levemente. Varias teorías volvían a rondar mi cabeza pero aún así no me atreví a contarle ninguna a David, no quería que se riera de mí.

Una nueva ráfaga de viento rozó mi cuello, había vuelto. Eufórica, aunque algo cohibida todavía, me levanté de un salto. Mi cabello se movía con ligereza sin rumbo concreto, cerré los ojos intentando imaginar su silueta. Al principio no ocurría nada, pero poco a poco fui imaginando su figura en mi cabeza, casi parecía que aún podía tocarla aunque solo fuese una ilusión. A pesar de ello sabía que estaba allí, podía percibir un leve susurro que se fue haciendo más claro.

El aire entraba en contacto con cada rincón de mi cuerpo, la imagen de mi mente reflejaba que me estaba abrazando pero posiblemente fuera solo mi imaginación. Sus palabras ahora eran claras.

-Creía que no volveríamos a vernos, te he echado de menos este breve tiempo que hemos estado separadas-escuché.

-Y yo a ti. Pero ¿cómo es posible? ¿Por qué estás aquí?

-Parece ser que no he hecho todo lo que debía hacer y me han hecho volver para acabarlo.

-Después te marcharás ¿cierto?- dije analizando sus palabras.

-Así es-respondió.

Abría los ojos, la figura de Miriam se había quedado impregnada en mis retinas, allá donde mirase la veía. Giré la cabeza y encontré a David mirándome con atención, como si fuera incapaz de escucharla.

Miriam me contó su travesía por el otro mundo y aunque al principio no quería saber nada porque volvería a tener un miedo espantoso, finalmente me pareció fascinante. Por lo que me contó la salida de su cuerpo fue espectacular y que le costó ver como desaparecía mientras ella atravesaba la brecha de los dos mundos.

El tiempo pasaba sin apenas darme cuenta, se me había olvidado la tarea que debíamos completar, lo recordé todo cuando vi a David levantarse y posar sus manos en mis hombros. De nuevo debía despedirme de mi amigo, no sabía si le volvería a ver pero no me dejó despedirme adecuadamente, me besó la mejilla y me dedicó una mirada llena de cariño. Tenía ganas de gritar en ese momento por la rabia que sentía al saber que le abandonaba a su suerte de nuevo, ahora estaría solo hasta nuestro regreso, si es que llegábamos a regresar.

Miriam continuaba siendo invisible a nuestros ojos, aun así podía percibirla a mi lado. Intenté atraparla con una de mis manos, pero claramente era imposible. Coloqué un pié donde no había más que oscuridad, pensaba que ahora que había hablado con Miriam y que estaba allí conmigo conseguiría pasar, sin embargo una equivocación más se sumaba a la lista. Recordé que mis compañeros habían pasado cogidos de la mano, incluso Kyo y Hachi que se pusieron unos guantes para ello, pero yo no podía entrar en contacto con Miriam.

Parecía que nuestro problema se estaba solucionando cuando ocurre esto que nos hace dar largas zancadas hacia atrás en nuestro progreso; había sido solo un espejismo aquel avance. Frustrada me dejé caer al suelo con los brazos y las piernas cruzadas. Noté que Miriam me rozaba la mano mientras David pensaba apoyado en la pared una posible solución.

Ya habían pasado algunas horas desde que mis compañeros traspasaron aquella llanura creada por la nada, y yo seguía en ese pequeño espacio sin poder hacer nada.

-Hay una solución, pero puede que no te guste- dijo David mientras su tono de voz iba disminuyendo, arrepentido de haber comenzado esa frase.

-¿Cuál es?-pregunté emocionada.

-Podría meterse en mi cuerpo, es decir, ella entrar y yo salir. Estaría dispuesto a ello. Es la única solución.

Pensé la posibilidad detenidamente, si aceptaba Miriam sería David durante algunas horas mientras David vagaría sin cuerpo alguno hasta que Miriam regresara al mundo de los muertos. Después de darle muchas vueltas, accedí aunque no estuviera al cien por cien convencida de ello. El cuerpo de mi amigo empezó a convulsionar, era muy duro ver como mi amigo sufría de esa manera; afortunadamente no duró mucho, a los pocos minutos paró. David levantó la cabeza y me miró tiernamente, el cambio se había producido sin ninguna complicación. Miriam me tendió su mano y finalmente conseguimos pisar aquella oscuridad. Cuando noté que era segura aquella superficie que pisaba, intenté divisar y sentir a David pero fue inútil.

Me sentía rara al hablar con Miriam, sabía que era ella pero el no ver sus verdes ojos rebosantes de dulzura, su cálida sonrisa, su embriagador olor… se me hacía muy difícil creer que dentro de ese cuerpo estuviera ella. Anduvimos en la oscuridad durante bastante tiempo, intentando adaptarnos a la nueva situación de nuestra relación. ¿De verdad nos mostraríamos con esa frialdad durante nuestras últimas horas juntas? ¿Así sería nuestra despedida? Nuestras manos entrelazadas no se agarraban con la fuerza con la que nos las cogíamos antes, ahora se enganchaban dejando la mano aparentemente suelta a lo que estábamos acostumbradas. La situación tan cargante era insostenible.

-Me siento raro, es como si le estuviera cogiendo la mano a David y…

-No hace falta que continúes, sé a lo que te refieres.-me interrumpió- Yo tampoco me siento cómoda sabiendo que este cuerpo no es mío.

-Seguramente pero, no sé por qué no puedo mirarte de la misma manera que antes aunque sé con certeza que eres tú.

-Lo siento-dijo apenada y agachando la cabeza.

-No es culpa tuya, y esto… tampoco es tan malo ¿no?, piensa en lo positivo, tenemos unas horas más para estar juntas.

Me sonrió con cariño, pero seguía sin ser lo mismo.

Poco a poco fuimos avistando de nuevo una superficie, su silueta aún era débil a nuestros ojos pero, puesto que hacía bastante tiempo que lo único que veíamos era oscuridad, nos resultó sencillo encontrar esa pequeña modificación. Nuestro ánimo algo depresivo cambió a uno más esperanzado, nuestro paso era ahora bastante más ligero, sin duda había resultado ser una gran motivación. El suelo, o lo que fuera lo que pisábamos, se tambaleaba cuando nuestro paso era más rápido, debíamos andar con cuidado para no perder el equilibrio hasta llegar hasta a aquel pedazo de tierra el cual se distinguía ya con mayor facilidad.

martes, 23 de marzo de 2010

Friend or Enemy? (Part.3)

-Pero yo no sé quien es mi alma gemela.

-Pensamos que… era Miriam.

-Entonces… ¿no puedo pasar?-dije mientras el corazón se me despedazaba un poco más.

-Así es.

Hachi y Kyo se pusieron unos guantes y se cogieron de la mano. Pasaron aquel vacío mientras David y yo esperábamos sentados a que mataran a Reik y regresaran. Nos esperaban muchas horas por delante, o incluso días y no teníamos más que nuestra capacidad de hablar.

Al principio ambos nos mantuvimos en silencio, no sabía que podía estar pasando por su cabeza en esos momentos pero se mostraba realmente serio, pero que tuviera esa actitud no me ayudaba a comenzar una conversación. Fran, Miriam… todos regresaban a mi cabeza cual afiladas estacas, un segundo más así y no se que hubiera sido de mí. Empapé mis labios de saliva y hablé.

-Oye David… ¿quién es tu alma gemela?- pregunté con curiosidad.

Si te soy sincero, ni yo mismo lo sé.

No sabía mucho acerca de esos temas, nunca me había entrado la duda por descubrir quién podría ser mi alma gemela, y tras esta conversación caí en la cuenta de que quizás tampoco David se lo había preguntado nunca.

Los pies se me estaban quedando dormidos, aquel hormigueo tan insoportable me subía por las piernas, me estaba poniendo nerviosa. Por si fuera poco mi estómago rugía más fuerte que nunca, hacía bastante tiempo que no comía nada decente. El sonido provocado por el hambre que sentía alertó a mi amigo. Buscó por sus bolsillos algo de comida pero lo único que encontró fue polvo. Me encogí en el suelo para intentar borrar aquel sonido tan desagradable, pero seguía sonando igual de fuerte, me sentía muy avergonzada. Intenté dormirme varias veces pero debido al hambre me resultaba imposible, sin embargo el mirar a David con los ojos entronados me relajaba; su figura quieta y pensativa me daba la tranquilidad que necesitaba. Mis oídos afortunadamente se hicieron inmunes al rugido de mis tripas y me quedé dormida agarrando el colgante de cristal que le había regalado a Miriam.

Unos leves empujones de mi amigo consiguieron perturbar mi sueño, su pálido rostro parecía preocupado, tenso… No le di tiempo a decirme nada cuando vi que el cristal brillaba tal y como ocurrió días atrás. El resplandor me cegaba. Con la muerte de Miriam pensaba que ya no brillaría nunca más, creía que Miriam y aquel cristal estaban relacionados de alguna manera, sin embargo tras esto mi teoría había caído. El brillo llamaba mi atención, era incapaz de desviar mi vista hacia otro lado, pero no era la única, David tenía la misma actitud que yo, su cara de incredulidad era difícil de ocultar. Con cuidado cogió el colgante de mi mano y lo examinó. Esperé durante unos minutos sin embargo el seguía absorto en el cristal, dándole vueltas para un lado y para otro ¿Qué estaría buscando? En esos momentos mi paciencia era más limitada que nunca, esperaba una respuesta impaciente pero no llegaba a pensar que esa respuesta tampoco mi amigo la encontraba. David apenas pestañeaba, el brillo le tenía hipnotizado, llegó un momento en el que me preocupaba. Le zarandeé con cuidado hasta que reaccionó asustado.

-¿Qué ocurre?- preguntó.

-¿A mí? Di mejor que te ocurre a ti, desde que lo has cogido estás muy raro.

- No digas tonterías Al, son solo imaginaciones tuyas.

Me retiró la mirada rápidamente, eso me hizo sospechar que algo ocultaba. Insistí en muchas ocasiones pero no me contaba nada. Fuera lo que fuese debía ser muy fuerte como para ocultarlo con tanto ahínco. Continuaba con el cristal en la mano, ni siquiera me lo había ofrecido de nuevo. Lo tenía colgando de un dedo mientras su mirada ya no se fijaba en él sino que dejó la mirada perdida en el horizonte. De vez en cuando el colgante brillaba con más intensidad, entonces volvía a captar la atención de David, pero en cuanto disminuía volvía a mirar hacia el vacío. Parecía esperar algo que no ocurría.

Los segundos parecían horas con tanto silencio. La falta de movimiento provocaba que mis articulaciones apenas pudieran moverse. David no había cambiado de posición en ningún momento, parecía una estatua pero de un momento a otro se levantó de un salto.

-Imposible- dijo.

Miré a nuestro alrededor, nada había cambiado.

David avanzó unos pasos con la boca entreabierta. Su cara me preocupaba, parecía haber visto algo realmente paranormal, pero no era lógico que él se asustara por algo así, al fin y al cabo, era un vampiro. Dejó caer el colgante, si no era rápida se rompería en mil pedazos. Llegué de milagro para que no se estampara contra el suelo. Aunque estaba entre mis manos el resplandor seguía cegándome. El cristal estaba frío, su tacto era similar al de un trozo de hielo, casi podía asegurar que en realidad era un trozo de hielo pues me quemaba las manos.

Tirada en el suelo noté como una ráfaga de fuerte viento tomaba contacto con cada poro de mi cuerpo e hizo que me estremeciera. Escuchaba una voz calmada mientras me refugiaba entre mis brazos, al principio creía que solo estaba en mi cabeza y que eran imaginaciones mías, pero no era así, en realidad me estaba susurrando algo que no entendía bien. ¿Un espíritu? Mi cuerpo temblaba exagerado por la combinación del frío y del terror que sentía con solo pensar que un espíritu estaba entrando en contacto conmigo y que quizás quería matarme.

Mi amigo seguía asombrado ahora con sus ojos posados en mí. Se acercó lentamente a mí, me mirada con precaución como si el también supiera lo del fantasma.

La voz desapareció en cuanto David estaba a escasos centímetros de mí, al igual que el viento. Me levanté temblando del suelo, la cara de mi amigo ya estaba más relajada, ahora me esperaba con los brazos abiertos a los que me lancé sin dudarlo.

-Tranquila, ya ha pasado todo.

- ¿Qué coño era eso?

-¿Aún lo preguntas? Creo que está bastante claro.

- No me refiero a eso, lo sabes perfectamente. ¿Quién era?

-Mmm... pensé que habías hablado con ella… pero… ahora todo encaja.

-¿Que quieres decir? Habla claro ya David, no sabes el miedo que he pasado.

- Claro que se el miedo que has pasado, cuando estás en peligro descuidas tu cabeza y sé todo lo que piensas- sonrió- Pero ahora eso no es lo importante. Al, hasta que no hables con ella no aparecerá ante nosotros.

-Pero ¿quién debe aparecer?

-Miriam.

Lo había escuchado perfectamente pero me costó un tiempo asimilarlo, hice que lo repitiera unas diez veces aproximadamente. No la había perdido, seguía conmigo, pero ¿cuándo conseguiría verla? Sin poder evitarlo el corazón empezó a latirme con rapidez, estaba tan emocionada, podría volver a ver a Miriam. Al pensar en la segunda oportunidad que se me había ofrecido se dibujó una amplia sonrisa en mi demacrada cara.

Friend or Enemy? (Part.2)

Durante un largo tiempo, o al menos eso fue lo que me pareció, nadie nos interrumpió pero había llegado el momento de irnos. Hachi se levantó y dando un paso atrás me tendió la mano, extendí yo también la mía pero antes de impulsarme giré la cabeza una vez más y vi el cuerpo inmóvil de Miriam. Echando por fin el último vistazo me levanté.

Sosteniéndome en Hachiko observé como el cuerpo de Miriam se evaporaba. Con los ojos como platos ante aquel suceso, mi cuerpo reaccionó de manera imprudente. Solté a Hachiko y cogí el cuerpo entre mis brazos pero ya era demasiado tarde, Miriam se iba para no volver. A los pocos segundos mis manos ya no sujetaban nada más que aire. Tirada en el suelo me quedé con los brazos extendidos, como si aún sujetara algo. Mi cuerpo embriagado de dolor no respondía. Antes al ver el cuerpo tenía la esperanza de que despertara y solo estuviera inconsciente, pero aquel sentimiento ya no tenía sentido. Abatida, alcé el rostro y vi a James que se acercaba con precaución. Quería salir corriendo para no verle pero el cuerpo seguía sin responderme. No tardó mucho en ponerse frente a mí y tocándome el hombro dijo.

-Esto es por tu bien.

Asombrada por aquellas palabras y con el sentimiento de ira que iba en aumento, empecé a verlo todo borroso, sentía como todo mi cuerpo se tambaleaba hasta que perdí el conocimiento.

Desperté sobre la espalda de alguien, me aferraba a su cuello con fuerza hasta que me di cuenta que esa persona era James. Como si se tratara de un acto reflejo me solté de su frío cuello y me dejé caer hacia atrás, afortunadamente no llegué a tocar el suelo, David me recogió antes de golpearme. Con un movimiento elegante me puso de pie y me sujetó un instante para que no perdiera el equilibrio. Al soltarme descubrí que ya habíamos subido más de la mitad de la escalera, ya no quedaba mucho por subir. El vacío que se había creado con la muerte de Miriam había dejado de crecer, quizás porque ya no podía hacerse más grande, pero creí oportuno no pensar más en ello, cuando saliera de allí ya tendría tiempo más que suficiente para llorarla.

David seguía frente a mí, me besó la frente cual hermano. Puse todo mi empeño en sacar una sonrisa de agradecimiento, no se si lo conseguí al final pero él sí que me sonrió. Intenté adaptarme de nuevo al mundo real y volví a encontrar una imagen aún difícil de asimilar, Kyo y Hachi seguían hablando cordialmente. David observó que les miraba con bastante atención y no pudo ocultar una sonrisa leve e inocente. Seguramente él sabía todo lo que estaba pasando por mi cabeza en ese momento.

-¿Ocurre algo?-pregunté con la voz aún algo rasgada.

-Sé que la situación es extraña pero yo que tú no me acostumbraría mucho.

-Tiene que ver con su condición de “Changes” ¿verdad?

-Así es, por lo que me he informado sufren cambios de humor entre ellos frecuentemente, de pronto se odian como pueden llegar incluso a amarse.

-¿No se puede hacer nada para evitarlo?

-Que yo sepa no, ya que estos cambios son impredecibles, pero quien sabe a lo mejor un día se descubre como evitarlo.

Mientras manteníamos aquella conversación no les quitamos los ojos de encima, no tardaron mucho en darse cuenta que su inusual comportamiento estaba captando mi atención pero, al contrario de lo que pensaba, siguieron hablando de manera natural.

Mi cuerpo había conseguido tranquilizarse por completo y, aunque a veces se me pasaba por la mente el cuerpo de Miriam inmóvil, supe guardar la compostura. Todo cambió cuando James y Shallow se acercaron a mí. El odio volvió a emanar de mi cuerpo pero las manos se me quedaron agarrotadas, como si alguien me impidiera abrir las manos. Cuando estaban frente a mí, Shallow se inclinó, me esperaba cualquier cosa menos eso. James continuaba de pie, me miraba con ojos tristes pero no era capaz de sentir que otra cosa que no fuese ira hacia él. Al ver su cara tan cerca todas la barreras se rompieron y empecé a darle empujones, a cada cual más fuerte, y soltaba una retahíla de insultos a los que hacía caso omiso. James no se resistió y encajó cada uno de mis golpes y de mis palabras sin rechistar. Sentía tanta furia en el cuerpo que todo mi dolor no lo recibió a través de lágrimas, sino a través de mis puños que impactaban contra todo su cuerpo. Sabía de sobra que esos golpes no le dolían pero eran mi único consuelo y mi única manera para desahogarme. Aquel espectáculo que había formado en un momento fue visto por todos sin embargo nadie iba a auxiliarle. Finalmente James se protegió de uno de mis puñetazos agarrándome la mano. Se dejó caer al suelo, inclinándose ante mí al igual que Shallow. Quizás pensaba que podía perdonarle solo con eso, que iluso. No sentía ninguna lástima por él al verle arrodillado, aún sabiendo que estaba arrepentido y que no lo había hecho apropósito, una parte de mí solo deseaba verle muerto. Cesé de golpearle, simplemente seguía subiendo las escaleras dejando a mis amigos atrás. Ninguno quiso adelantarme hasta que llegamos arriba, todos permanecieron detrás de mí sin decir nada; sin embargo cuando pisé el último peldaño Hachi se acercó a mí corriendo. En ese momento la cara de mi amiga era lo único que podía calmarme. Aunque su rostro no mostraba la alegría de siempre, se esforzaba por esbozar una amplia sonrisa para intentar animarme.

-¿Cómo estás?

-Estoy, que no es poco.

-Al, piensa que existe la magia, quizás… no esté todo perdido.

Aquella frase tan simple hizo que viera un rayo de esperanza entre tanta oscuridad. Sabía que no había nada seguro pero aun así me aferré con todas mis fuerzas a esa posibilidad. Sin poder remediarlo mi estado de ánimo cambió, los demás no podían verlo pero yo sentía que así era. Seguía sintiendo un profundo odio hacia James pero parecía que ya no crecía más.

A pesar de lo que creía no había ninguna puerta al subir las escaleras, en realidad no había nada de nada, solo oscuridad. Kyo, David y Hachi se colocaron a mi lado mientras James y Shallow nos adelantaban, peor no se pararon muy lejos de nosotros. Apenas eran dos metros pues no podían avanzar más si no, caería a algún lugar desconocido. En ese momento mis dos compañeros dieron un paso hacia delante cogidos de la mano, y para mi sorpresa no se cayeron. Anduvieron hacia delante hasta que ya no fui capaz de distinguirles. Se me pasó por la cabeza que aquella oscuridad podría ser otra ilusión como la que creó Shallow. Me acerqué temblorosa a lo que parecía una entrada a la mismísima muerte, posé un pie sobre el “vacío” y no conseguía pisar nada. Confusa, me giré en busca de respuestas, no creía necesario preguntarles verbalmente por eso solamente les miré. Se mostraban cabizbajos, apagados y no me daban la respuesta que buscaba. Me acerqué a ellos, pero aún así mantenían la boca cerrada. Cansada de esperar, hablé yo.

-¿Por qué no puedo pasar?

-No te des por vencida, antes de nada debemos probar una cosa-contestó Kyo.

David me cogió de la mano y me llevó hasta donde me encontraba antes. Tenía miedo de lo que pudiera hacer, un escalofrío recorrió mi espalda pero fue capaz de eliminar mis miedo con una mirada llena de seguridad. Observaba con temor como adelantaba el pie hacia la nada, y aún más cuando vi que al igual que yo, tampoco podía sostenerse. David miró preocupado a Hachi y a Kyo. El asunto parecía bastante serio, al parecer los problemas aún no habían acabado.

-¿Me vais a contar que pasa?-pregunté alterada.

-Si-contestó David-pero cálmate. A este lugar lo llaman Wilderness of Souls, por él solo se puede pasar de la mano de tu alma gemela.

Friend or Enemy? (Part.1)

Cuando abrí los ojos ya no estábamos en aquella habitación, me encontraba en los brazos de David quién me miró asombrado cuando vio mis ojos abiertos. Tenía los brazos entumecidos de estar en la misma posición bastante tiempo. Mi amigo me dejó en el suelo y se estiró exageradamente mientra yo me restregaba los ojos ya que veía todo un poco borroso. Mis compañeros se habían parado, quizás por eso me había despertado. Con la vista ya al cien por cien observé un pequeño cambio en el grupo, había una persona más con nosotros. Junto a James estaba colocada Shallow, sin saber por que llevaba el arco y el carcaj de Hachiko.

La nueva habitación no era muy grande y lo único extravagante que poseía era una escalera empinada de mármol. Suspiré como si solo de mirarla ya me hubiera cansado, además de enfatizar mi inconformidad a tomar ese camino, pero seguramente no habría otro. Miriam se acercó sigilosamente hacia mí, su rostro estaba más relajado que la última vez que la observé, por lo que supuse que ya no estaba enfadada y su ataque de celos había aminorado. Miré a todos de nuevo intentando que mi mirada desconcertante llamara la atención de alguien porque una pregunta no paraba de rondarme la cabeza ¿qué hacía Shallow con nosotros? Adelantándome a los pensamientos de Miriam esta vez fui más inteligente y no me quedé mirando fijamente a aquella chica sino que directamente se lo pregunté a Miriam.

-¿Qué hace ella aquí?

-No lo sé- se encogió de hombros- James le dijo que viniera y nadie preguntó el por que.

Su tono calmado hizo que me relajara un poco. Me pasó la mano por la cintura dulcemente, sin duda alguna su histerismo se había calmado. No pude reprimir una sonrisa de felicidad al notar el buen ambiente que se respiraba de nuevo entre nosotras. Aún habiéndome relajado había algo que no terminaba de convencerme. No quité los ojos de aquellos dos mientras le hacía preguntas algo estúpidas a Miriam para que no se fijara y volviera a pensar cosas que no eran. James hablaba de manera amena con Shallow, quien de vez en cuando soltaba una pequeña risotada. ¿Qué relación había entre ellos? Mi curiosidad iba en aumento. Un poco alejados de ellos estaban Hachi, David y Kyo, sorprendentemente los “Changes” no estaban discutiendo, una escena tan tranquila con ellos de protagonistas era más propia de un sueño que de la realidad, era increíble.

Pasaban los minutos pero no nos movíamos del sitio, quizás por propia comodidad o porque todos habían perdido la noción del tiempo, y aunque ese tiempo ahí me había ayudado para normalizar las cosas con Miriam no me parecía lógico que estando en el castillo del enemigo estuviéramos tan tranquilos. La paciencia me abandonaba lentamente hasta que finalmente desapareció. Solté la mano de Miriam de mi cuerpo y me acerqué a James a paso ligero. No pasé inadvertida a pesar de mi pequeño tamaño, los ojos, ahora oscuros de James me miraban de manera extraña, parecían sedientos. Me dio tal empujón que me tiró al suelo, pero Kyo y David que estaban a mi lado me ayudaron a levantarme. Intenté acercarme de nuevo a James, no tenía ningún miedo, pero mis amigos me retuvieron. James se acercaba lentamente hacia a mí cual leona que acecha a su presa. Kyo y David tiraban de mis brazos pero, por primera vez en mi vida no quería huir. James cada vez estaba más cerca, dejaba a la vista sus afilados colmillos mientras sus ojos no desviaban su rumbo. David y Kyo seguían tirando de mí, esta vez consiguieron que diera un paso atrás y perdí el equilibrio. Mi cuerpo se movía pero yo no estaba haciendo ni el más mínimo esfuerzo, mis amigos eran los que tiraban de mí. Cerré los ojos con todas mis fuerzas, no quería ver lo que iba a pasar. Preparé mi mente todo lo que pude, tuve fija la imagen de James sobre mí en mi cabeza, atravesándome el cuello con esos colmillos que tanto pavor me daban. Mi cuerpo dejó de moverse, abrí lentamente los ojos y a pesar de lo que me esperaba no me encontré con la cara sedienta de James sino con el pelo de Miriam. Soltándome de David y Kyo, retiré con cuidado el pelo que me hacía cosquillas en las mejillas, pero una vez que lo retiré me encontré con la imagen más espantosa que se me podía pasar por la cabeza. Los colmillos de James se hundían con precisión en el cuello de la persona que amaba. Conforme iban pasando los segundos la sangre se iba deslizando por su hombro, por su espalda… por todo su cuerpo. James permaneció unos instantes succionando la sangre de Miriam, pero de un momento a otro abrió los ojos como si se hubiera despertado de una pesadilla. Sacó rápidamente los colmillos del cuello al ver lo que había hecho. Se echó hacia atrás con cara incrédula y dejó caer a Miriam sobre mí. La sujeté como pude aún en estado de shock por lo que acababa de ver. Con cierto temor la dejé reposar en el suelo, me acerqué a ella para besarla pero mis temores se confirmaban, Miriam no respiraba. Quería gritar por la impotencia que sentía en ese momento pero lo más que conseguí fue abrir la boca, lo único que salió de ella fue mi humilde aliento. Toqué una y otra vez su rostro como si pudiera regresarla a la vida con ese acto tan simple, pero no se movía ni un milímetro. Su piel tomaba cada segundo que pasaba un tono más pálido, más frío, más muerto. Cerré los ojos pero aún sentía las miradas de todos sobre nosotras, tenía aún la esperanza de abrir los ojos y encontrármela a mi lado, viva y feliz, como la mayoría de las veces, pero la ilusión se fue cuando los abrí de nuevo. No recuerdo cuanto tiempo pasó hasta que la primera lágrima cayó sobre su inmóvil cara. Cogí su mano y la puse sobre mi pecho.

-Lo ves, así debe latir el tuyo también, lo estás haciendo mal- dije mientras rompía a llorar.

Solté su mano y me eché sobre ella, hundiendo la cara en su largo cabello. Noté como la mano de alguien me tocaba el hombro. Giré lentamente la cabeza y vi la cara de David, sus ojos siempre alegres habían desaparecido, los sustituían unos llenos de preocupación. Uno a uno, se fueron acercando todos mis amigos, pero siempre dejando un espacio considerable. Las lágrimas seguían cayendo por mi cara. Retiré de nuevo la mirada de ellos para fijarme en Miriam quien ahora parecía una muñeca de porcelana en vez de un ser humano: hermosa, pálida y fría. Volví a recostarme sobre ella percibiendo como su aroma tan particular estaba despareciendo al igual que el color de su piel. Me abracé a ella con la intención de no volver a moverme, cerré los ojos notando como las lágrimas no cesaban de caer.

-Al, debemos continuar- dijo David con voz débil- tenemos que salir de aquí cuanto antes.

-Yo no voy-anuncié con la voz quebrada.

-Hazlo por ella, vino aquí por ti, se lo debes.

Aquellas palabras en vez de animarme a continuar solamente incrementaban la posibilidad de querer acabar con mi vida e irme con ella, David me había dado una razón más para hacerlo. Miré a todos mis amigos de manera apagada, a todos excepto a James, a él no era capaz de mirarle, ahora lo único que sentía hacia él era odio y rencor, aquel al que consideraba mi amigo había resultado ser el asesino de la persona que más quería. Cuando pensaba en él sabía que en cuando mis ojos se encontraran con su figura, aunque fuera de refilón, saltaría a por él con la intención de matarle. Afortunadamente Shallow le cogió de la mano y le alejó de mí. En ese momento tenía a todos a la vista excepto a Hachi. Quitándome una vez más las lágrimas de los ojos empecé a buscarla sin moverme del sitio. No me costó mucho encontrarla, estaba sentada detrás de Kyo tapándose la cara con las manos, no tardó mucho en darse cuenta que la estaba mirando. Cuando me miró pude comprobar que no había sido la única que había estado llorando. Se levantó y vino hacia mí corriendo a pesar del corto espacio que nos separaba, se tiró sobre mí y me abrazó. Al escuchar sus sollozos volví a romper a llorar, comencé a pensar que a partir de ahora todo se me iba a hacer muy cuesta arriba.

lunes, 22 de marzo de 2010

Kyo y Shallow

He aquí la presentación de otros dos personajes principales en la historia:

Kyo: Como habéis podido leer no es un chico muy sociable, pero que a pesar de ello también tiene sentimientos. Se encierra en su propio mundo y muy pocas veces deja que alguien le ayude. Es un ser muy terco pero muy responsable. Al igual que Hachiko, es un "Change", y me preguntareis... ¿que son los "Changes"? Pues como soy más chula que un ocho y no tengo abuela diré: es una transformación guay que sufren muy pocas personas y me he inventando basándome en un manga, pero he de afirmaros que no es exactamente igual, sin embargo eso lo explicaré en otro post.
Comparte con Hachiko una relación de amor-odio que dios sabe como acabaran...

Shallow: Shallow es un personaje carismático, divertido y algo acomplejado por su estatura. Cae siempre en las bromas de James, a quién conoce desde hace muchos años, y ésta siempre hace que James se acongoje mostrandole su autentico aspecto, solo así se hace valer ante él. Le encanta la oscuridad y gastar bromas a los que son más débiles que ella pero cuando hay que ponerse seria, es la primera que sienta la cabeza.
En su primera aparición se muestra como si fuera un enemigo, y un enviado directo del mismísimo príncipe Reik pero... ¿que tendrá entre manos?

Un saludo

domingo, 21 de marzo de 2010

More Near (Part. 3)

La chica llamada Shallow frunció el ceño y le miró con odio, sus manos se entrelazaron a la altura de la cintura y retrocedió un paso. James sonrió como si hubiera ganado la batalla, lo que él, ni nadie, sabía es que la chica aún no se había dado por vencida. Cerró los ojos y le devolvió la sonrisa a James. La cara de James cambió radicalmente, se colocó en posición defensiva y esperó. Shallow empezó a temblar, lentamente su aspecto iba cambiando, su rostro, sus manos… hasta su tamaño. La alegre muchacha que había visto se había convertido en una bestia de al menos tres metros y de aspecto horroroso. Miriam y yo nos mirábamos boquiabiertas y retrocedíamos a gran velocidad mientras David y Kyo, avanzaban hasta el lugar donde se encontraba James. Miré atónita a aquellos tres hombres, sin duda tenía que aprender mucho de ellos, sobretodo eso de ser valiente, ya que por mucho tiempo que hubiera viajado seguía siendo la misma chica cobarde. Los tres estaban alineados frente a aquel monstruo. James miraba la cara de aquel horrible ser sin abandonar su posición. Shallow, o al menos lo que quedaba de ella, parecía sonriente ya que mostraba sus afilados dientes de gran tamaño; en vez de agacharse para vernos mejor se estiró aún más hasta rozar la cabeza con el techo. James suspiró y soltó una pequeña risa infantil.

-¿Ahora quién es el acomplejado?- dijo Shallow con la voz ronca- Nunca debiste meterte conmigo.

-¡Vaya! No recordaba tu autentica forma.- contestó James sarcásticamente- Serás muy alta pero en el fondo sigues siendo una niña.

Shallow se transformó de nuevo en humana. Al contario que otras transformaciones que había presenciado, la chica apareció vestida. Eso supuso un alivio tanto para mí como para Miriam. Las dos habíamos retrocedido tanto que estábamos junto a Hachiko sin darnos cuenta, las tres estábamos bastante incómodas aunque pareciera una situación tan normal. Algo me decía que Miriam estaba a punto de saltar a por Hachiko para matarla, sin embargo las dos mantuvieron una postura cordial.

Nuestros tres compañeros colocados frente a Shallow parecían tener una conversación entretenida, nada normal en nuestra situación. Hachiko se acercó a ellos, concretamente hacia Kyo, esa sorpresa fue aún mayor que la anterior. Se acercó a su oído y le dijo algo que no alcancé a escuchar, Kyo le respondió de la misma manera. Les miré con atención durante unos minutos, intentando captar algo de su conversación pero no lo conseguí. Miriam me malinterpretó y volvió a ofuscarse, cruzó los brazos sobre su pecho y me retiró la mirada.

La situación tan amistosa que tenían hizo que perdiera un poco el miedo y me acercara a ellos dejando a Miriam en la misma posición de enfado que tenía. Me coloqué detrás de David, asomando de vez en cuando la cabeza para ver mejor a la chica. Al principió pasé desapercibida, pero una de las veces que asomé la cabeza por el costado de David me miró descaradamente; sus ojos me miraban con atención, sin pestañear, parecía que se estaba metiendo dentro de mí.

-¿Quién es ella?-preguntó con curiosidad.

-Es una amiga, te caerá bien.

-¿Ah si? ¿Por qué lo dices? Sabes perfectamente que somos enemigos-guiñó un ojo a James.

¿Enemigos? ¿Desde cuando los enemigos tienen conversaciones tan… pacíficas? Me estaba volviendo loca. Mi mirada se quedó perdida unos instantes, cuando volví a la realidad Miriam estaba a mi lado, sentada detrás de James y mirado hacia el lado opuesto al que estaba Shallow. Continuaba mostrando cierta hostilidad por lo que me senté a su lado. Esperé a que me dijera algo, aunque fuese un insulto, una palabra de desprecio, pero no aguantaba más ese silencio. Oía de fondo a mis amigos hablando con Shallow, Hachi se había unido también a la conversación. No les estaba prestando mucha atención pero aun así el murmullo se metía en mis oídos. Agarré el hombro de Miriam pero no me dirigió ni una mirada de odio, sus ojos seguían fijos en la puerta. Solté el hombro y apoyé mi cabeza sobre él. No se movió pero parecía tensa, ¿por qué no confiaba en mí? Sin saber como los ojos se me fueron cerrando hasta que me quedé dormida sobre ella.

sábado, 20 de marzo de 2010

More Near (Part.2)

Me liberé de James con facilidad, él seguida convencido en que era preferible que no me acercara, no sabíamos como podrían reaccionar, sin embargo hice caso omiso a su mirada de advertencia y avancé hacia ellos con precaución. Intenté crear el menor ruido posible para que no se percataran de que cada vez estaba más cercana a ellos, pero tal y como si fueran animales por completo, gracias a sus delicados oídos captaron mis pasos al instante. Ambos giraron la cabeza hacia mí, las chispas de tensión habían desaparecido y la reacción de Hachi era claramente distinta a la que habíamos tenido previamente. Mi paso no se detuvo en ningún momento. Ya cercana a ellos miré a Hachi con ternura pero fui directamente hacia Kyo. Agarré al gato naranja y lo puse sobre mi pecho sin temor alguno con la intención de que se agarrara a mi pecho. Mi debilidad por los gatos permanecía intacta. Miriam se acercó a Hachiko viendo que no había peligro, pasó su mano por la cabeza de nuestra compañera y se sentó a su lado. Me fui alejando poco a poco de Miriam, no quería que se crispara más el asunto de Hachi y Kyo. David y James estaban juntos apoyados en la pared, charlando como si no ocurriera nada, pero apenas les presté atención, ahora solamente me fijaba en aquel gato que sostenía en brazos, acariciaba su suave pelaje mientras escuchaba un ronroneo en mi cuello. Estaba metida en mi mundo cuando la voz de James hizo que volviera a la realidad.

-No te distraigas sino quieres asustarte.

Pensé todo lo que pude en esas palabras pero no conseguía comprender a que se refería. Inmediatamente una nube de humo apareció en mis manos, tomó la forma de un hombre y tras esa bruma apareció Kyo, el detalle es que estaba completamente desnudo. Mis manos que agarraban su torso sin ropa, lo soltaron como si me hubiese dado calambre. Sentí la cara acalorada y me di la vuelta avergonzada, fijé los ojos en el suelo intentando olvidar lo que había visto. Escuchaba de fondo las carcajadas de James y David. Comprendí entonces las palabras de James. Levanté la vista y vi los dos tapándose la boca, aguantándose las ganas de seguir riendo.

-Te lo dije-comentó James-¿A que te has asustado?

Mi mirada ausente cambió en cuanto escuché esas palabras de su boca, el calor de mi cara había dado un pequeño viaje hacia mis ojos que me hervían de puro odio ¿cómo podía haberme hecho eso? En ese instante me sentí como una niña pequeña, era la victima de todas las bromas al ser ignorante en esos aspectos. Estaba tan enfadada que hasta ignoré la presencia de Miriam, quien me miraba preocupada. Poseía a Hachiko entre sus brazos como si se tratara de un bebé, ella aún no se había transformado. Me coloqué detrás de Miriam intentando esconderme de las miradas de los dos traidores que se hacían llamar amigos. Por encima del hombro de Miriam conseguí ver como Kyo se tapaba con las manos y hablaba con James, éste se quitó la camisa y se la ofreció al pobre chico. Kyo se la ató por la cintura de tal manera que tapara sus partes. Su rostro enrojecido mostraba que no era la única persona que lo estaba pasando mal, realmente él lo estaba pasando peor que yo.

Poco después una pequeña explosión se escuchó frente a mí; Hachiko volvía a ser la misma de antes y al igual que Kyo, apareció sin ropa. Solté un grito bastante escandaloso sin quitarle los ojos de encima a Hachi y salté hacia atrás cayendo al suelo. En vez de mirar a Hachiko todos me miraban a mí. La mirada de Miriam me hacía daño al notar su indignación al ver mi cara roja. Moví la cabeza varias veces para volver a pensar con tranquilidad, me levanté y abracé a Miriam. Hachiko estaba ahora con su padre quien la cubría con su gran cuerpo.

-Lo siento, no quería reaccionar así.

-¿Te ha gustado?- me preguntó amenazante pero entristecida.

-Eso no importa, yo te quiero a ti.

-No me has contestado-sus lágrimas comenzaron a tocar mi cuello-dime la verdad.

Tragué saliva bruscamente sin soltarla, tenía miedo de decirle la verdad pero también me dolía verla así. Sus lágrimas caían cada vez con más frecuencia. Intentaba separarse de mí pero no la dejaba, mi fuerza aumentó en cuanto se me pasó por la cabeza que podía perderla. Nuestros compañeros no intervinieron en ningún momento pero sus miradas no se apartaban de nosotras. Mantuve en todo momento la compostura, parecía que no me afectaba nada, ni sentía ni padecía ningún dolor, ninguna alegría… solamente tenía en la cabeza no dejarla escapar. Finalmente dejó de forcejear conmigo al ver que no tenía ninguna posibilidad y me abrazó también, mis brazos se relajaron y convirtieron un abrazo exento de fuerza en uno lleno de ternura.

-Lo siento-susurre empezando a perder el control de mis emociones-da igual lo que haya visto hace un momento, yo te quiero a ti y siempre será así.

-Lo se, yo también te quiero pero, intenta comprenderme un poco.

-Lo hago, créeme que lo hago.

Iba a decir algo pero la interrumpí tapándole la boca con mi dedo índice y la besé. Cerré los ojos e imaginé que era el primero de todos, en aquella habitación de hotel, era tan reconfortante esa situación que por fuerza mayor debía ser interrumpida. David me dio un golpecito en la espalda y me señaló que debíamos continuar.

La puerta continuaba cerrada, Kyo y Hachiko solo habían sido capaces de rozar el pomo cuando se transformaron. Esta vez James, quien tenía un cuerpo espectacular, se acercó a la puerta, giró el pomo y tiró de él. Tras la puerta alcanzamos a ver como una habitación desaparecía por completo. Todos dimos un paso hacia atrás, asustados por lo que acabábamos de ver, excepto James quien dibujó una sonrisa cómplice en su tersa cara.

-Ahora llega lo bueno-dijo sin borrar aquella mueca.

Avanzó un paso, nos quedamos petrificados al comprobar como James no caía en la más profunda oscuridad, aunque pareciera que no había nada mi amigo se sostenía en algún sitio. Después de dar unos cuantos pasos se quedó parado y miró a su alrededor, parecía buscar algo. David adelantó uno de sus pies con cuidado, comprobando que realmente se podía andar. El pie no atravesó la oscuridad, se detuvo a la misma altura que los nuestros, sin duda había suelo pero estaba oculto. Nos acercamos a James despreocupándonos de poder caer. Nuestro compañero continuaba buscando, ahora estaba nervioso mirando hacia todas partes. Su cuerpo se relajó cuando posó sus ojos sobre la esquina superior derecha de la habitación, o lo que fuera aquel lugar. Seguí la trayectoria de su mirada pero no conseguí ver nada, estaba todo demasiado oscuro como para diferenciar aunque fuese una silueta, no conseguía ver más allá de un metro de distancia de mí. No se oía ningún ruido, ni siquiera nuestra respiración. Me estaba poniendo nerviosa, di un paso atrás chocándome con Miriam, quien me sujeto los hombros para que no me moviera. Acercó su boca a mi oído pero, fuera lo que fuera lo que me iba a decir se quedó en sus labios. James habló.

-Shallow deja de esconderte, sé que estás ahí.

No huno respuesta, sin embargo el suelo retumbó. ¿Un terremoto? No, no era tan intenso. Parecía más bien como si algo, o en este caso alguien, hubiera caído al suelo. Miriam continuaba agarrándome., pero esta vez me apretaba tanto que sentía sus uñas clavarse en mi piel.

La habitación fue volviendo lentamente a la normalidad. No era muy grande pero tampoco muy pequeña, su tamaño estaba bien proporcionado para la cantidad de personas que estábamos allí en ese momento. Al fondo, la figura de una chica, aparentemente joven, se levantaba del suelo. Vestía una camiseta de tirantes negra y unos pantalones militares, parecía una joven totalmente normal, la diferencia estaba en su cabello corto y alborotado de color morado con reflejos blanco. Al contrario que los demás, ella no se acercaba a paso lento, aquella muchacha se acercaba dado pequeños saltos con aspecto alegre, durante un momento dudé que realmente fuera nuestra enemiga. Conforme se iba acercando comprobé que no era mucho más alta que yo. Se quedó parada frente a nosotros, a pocos pasos de distancia. Di un paso hacia atrás pisando a Miriam, parecía que tenía fijación ese día por lastimarla, pero no se quejó por mucho daño que le hiciera.

-Has tardado mucho en salir. ¿Qué ocurre? ¿Tienes miedo?- dijo James con cierto aire de superioridad.

-¿Miedo yo? Serás tú el que tienes miedo porque con lo que has tardado en llegar…

-Hemos tenido unos contratiempos señorita “acomplejada por su estatura”-añadió mirando las botas que llevaba la chica con una plataforma bastante alta.