martes, 23 de marzo de 2010

Friend or Enemy? (Part.2)

Durante un largo tiempo, o al menos eso fue lo que me pareció, nadie nos interrumpió pero había llegado el momento de irnos. Hachi se levantó y dando un paso atrás me tendió la mano, extendí yo también la mía pero antes de impulsarme giré la cabeza una vez más y vi el cuerpo inmóvil de Miriam. Echando por fin el último vistazo me levanté.

Sosteniéndome en Hachiko observé como el cuerpo de Miriam se evaporaba. Con los ojos como platos ante aquel suceso, mi cuerpo reaccionó de manera imprudente. Solté a Hachiko y cogí el cuerpo entre mis brazos pero ya era demasiado tarde, Miriam se iba para no volver. A los pocos segundos mis manos ya no sujetaban nada más que aire. Tirada en el suelo me quedé con los brazos extendidos, como si aún sujetara algo. Mi cuerpo embriagado de dolor no respondía. Antes al ver el cuerpo tenía la esperanza de que despertara y solo estuviera inconsciente, pero aquel sentimiento ya no tenía sentido. Abatida, alcé el rostro y vi a James que se acercaba con precaución. Quería salir corriendo para no verle pero el cuerpo seguía sin responderme. No tardó mucho en ponerse frente a mí y tocándome el hombro dijo.

-Esto es por tu bien.

Asombrada por aquellas palabras y con el sentimiento de ira que iba en aumento, empecé a verlo todo borroso, sentía como todo mi cuerpo se tambaleaba hasta que perdí el conocimiento.

Desperté sobre la espalda de alguien, me aferraba a su cuello con fuerza hasta que me di cuenta que esa persona era James. Como si se tratara de un acto reflejo me solté de su frío cuello y me dejé caer hacia atrás, afortunadamente no llegué a tocar el suelo, David me recogió antes de golpearme. Con un movimiento elegante me puso de pie y me sujetó un instante para que no perdiera el equilibrio. Al soltarme descubrí que ya habíamos subido más de la mitad de la escalera, ya no quedaba mucho por subir. El vacío que se había creado con la muerte de Miriam había dejado de crecer, quizás porque ya no podía hacerse más grande, pero creí oportuno no pensar más en ello, cuando saliera de allí ya tendría tiempo más que suficiente para llorarla.

David seguía frente a mí, me besó la frente cual hermano. Puse todo mi empeño en sacar una sonrisa de agradecimiento, no se si lo conseguí al final pero él sí que me sonrió. Intenté adaptarme de nuevo al mundo real y volví a encontrar una imagen aún difícil de asimilar, Kyo y Hachi seguían hablando cordialmente. David observó que les miraba con bastante atención y no pudo ocultar una sonrisa leve e inocente. Seguramente él sabía todo lo que estaba pasando por mi cabeza en ese momento.

-¿Ocurre algo?-pregunté con la voz aún algo rasgada.

-Sé que la situación es extraña pero yo que tú no me acostumbraría mucho.

-Tiene que ver con su condición de “Changes” ¿verdad?

-Así es, por lo que me he informado sufren cambios de humor entre ellos frecuentemente, de pronto se odian como pueden llegar incluso a amarse.

-¿No se puede hacer nada para evitarlo?

-Que yo sepa no, ya que estos cambios son impredecibles, pero quien sabe a lo mejor un día se descubre como evitarlo.

Mientras manteníamos aquella conversación no les quitamos los ojos de encima, no tardaron mucho en darse cuenta que su inusual comportamiento estaba captando mi atención pero, al contrario de lo que pensaba, siguieron hablando de manera natural.

Mi cuerpo había conseguido tranquilizarse por completo y, aunque a veces se me pasaba por la mente el cuerpo de Miriam inmóvil, supe guardar la compostura. Todo cambió cuando James y Shallow se acercaron a mí. El odio volvió a emanar de mi cuerpo pero las manos se me quedaron agarrotadas, como si alguien me impidiera abrir las manos. Cuando estaban frente a mí, Shallow se inclinó, me esperaba cualquier cosa menos eso. James continuaba de pie, me miraba con ojos tristes pero no era capaz de sentir que otra cosa que no fuese ira hacia él. Al ver su cara tan cerca todas la barreras se rompieron y empecé a darle empujones, a cada cual más fuerte, y soltaba una retahíla de insultos a los que hacía caso omiso. James no se resistió y encajó cada uno de mis golpes y de mis palabras sin rechistar. Sentía tanta furia en el cuerpo que todo mi dolor no lo recibió a través de lágrimas, sino a través de mis puños que impactaban contra todo su cuerpo. Sabía de sobra que esos golpes no le dolían pero eran mi único consuelo y mi única manera para desahogarme. Aquel espectáculo que había formado en un momento fue visto por todos sin embargo nadie iba a auxiliarle. Finalmente James se protegió de uno de mis puñetazos agarrándome la mano. Se dejó caer al suelo, inclinándose ante mí al igual que Shallow. Quizás pensaba que podía perdonarle solo con eso, que iluso. No sentía ninguna lástima por él al verle arrodillado, aún sabiendo que estaba arrepentido y que no lo había hecho apropósito, una parte de mí solo deseaba verle muerto. Cesé de golpearle, simplemente seguía subiendo las escaleras dejando a mis amigos atrás. Ninguno quiso adelantarme hasta que llegamos arriba, todos permanecieron detrás de mí sin decir nada; sin embargo cuando pisé el último peldaño Hachi se acercó a mí corriendo. En ese momento la cara de mi amiga era lo único que podía calmarme. Aunque su rostro no mostraba la alegría de siempre, se esforzaba por esbozar una amplia sonrisa para intentar animarme.

-¿Cómo estás?

-Estoy, que no es poco.

-Al, piensa que existe la magia, quizás… no esté todo perdido.

Aquella frase tan simple hizo que viera un rayo de esperanza entre tanta oscuridad. Sabía que no había nada seguro pero aun así me aferré con todas mis fuerzas a esa posibilidad. Sin poder remediarlo mi estado de ánimo cambió, los demás no podían verlo pero yo sentía que así era. Seguía sintiendo un profundo odio hacia James pero parecía que ya no crecía más.

A pesar de lo que creía no había ninguna puerta al subir las escaleras, en realidad no había nada de nada, solo oscuridad. Kyo, David y Hachi se colocaron a mi lado mientras James y Shallow nos adelantaban, peor no se pararon muy lejos de nosotros. Apenas eran dos metros pues no podían avanzar más si no, caería a algún lugar desconocido. En ese momento mis dos compañeros dieron un paso hacia delante cogidos de la mano, y para mi sorpresa no se cayeron. Anduvieron hacia delante hasta que ya no fui capaz de distinguirles. Se me pasó por la cabeza que aquella oscuridad podría ser otra ilusión como la que creó Shallow. Me acerqué temblorosa a lo que parecía una entrada a la mismísima muerte, posé un pie sobre el “vacío” y no conseguía pisar nada. Confusa, me giré en busca de respuestas, no creía necesario preguntarles verbalmente por eso solamente les miré. Se mostraban cabizbajos, apagados y no me daban la respuesta que buscaba. Me acerqué a ellos, pero aún así mantenían la boca cerrada. Cansada de esperar, hablé yo.

-¿Por qué no puedo pasar?

-No te des por vencida, antes de nada debemos probar una cosa-contestó Kyo.

David me cogió de la mano y me llevó hasta donde me encontraba antes. Tenía miedo de lo que pudiera hacer, un escalofrío recorrió mi espalda pero fue capaz de eliminar mis miedo con una mirada llena de seguridad. Observaba con temor como adelantaba el pie hacia la nada, y aún más cuando vi que al igual que yo, tampoco podía sostenerse. David miró preocupado a Hachi y a Kyo. El asunto parecía bastante serio, al parecer los problemas aún no habían acabado.

-¿Me vais a contar que pasa?-pregunté alterada.

-Si-contestó David-pero cálmate. A este lugar lo llaman Wilderness of Souls, por él solo se puede pasar de la mano de tu alma gemela.

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