sábado, 24 de abril de 2010

A Terrible Surprise (Part.1)

Tragando saliva con dificultad observaba la nueva figura de Miriam. Era alta y esbelta cual diosa griega, sin embargo sus ojos rojos perturbaban aquella imagen casi divina.

Miriam, Selenia, o como quisiera llamarse, me dejó suspendida en el aire, agarrandome únicamente con uno de sus largos y fríos dedos. Me sorprendió profundamente que, a pesar de su figura aparentemente delicada, tenía más fuerza incluso que un hombre.

Reik continuaba tirado en el suelo, refunfuñando crueles palabras hacia su persona. Selenia sonreía vilmente sin alejar sus pupilas su objetivo, yo.

Había perdido de vista a Shallow y a James, me preguntaba continuamente donde estarían. Mi mente se ausentó unos instantes mientras mis ojos analizaban cada rincón de la habitación; recordaba lo dura que había sido con James, finalmente había hecho lo correcto mientras que yo solo lo había estropeado.

El cuerpo de la mujer se elevó hasta que su cabeza consiguió tocar el techo. No me soltó en ningún momento; si hubiera querido, podría haberme matado en ese mismo momento, pero no lo hizo, únicamente me balanceaba para asustarme. Por cada lágrima que derramaba ella dejaba salir una ruidosa carcajada dejándonos clara su superioridad. Entre lágrima y lágrima conseguí vislumbrar dos figuras en un rincón, estaban sentados en el suelo, abrazándose mutuamente y temblando como dos pequeños cachorros.

A Selenia no le resultó indiferente que les hubiera encontrado. Giré lentamente la cabeza para ver su rostro de nuevo, no quería moverme demasiado por si caía al suelo. Sacaba su lengua continuamente y se la pasaba por sus carnosos labios sugerentemente, definitivamente era opuesta a Miriam, debió resultarle muy difícil interpretar un papel así. Sus perversos ojos cambiaron de rumbo, de nuevo era yo la que captaba su atención, calmó su risa malévola para sustituirla por una sonrisa perversa.

- Cuanto has de aprender aún pequeña y dulce Alesana. Miriam si era así solo que no lo supiste ver, aunque he de admitir que me contuve en algunas ocasiones.

No me sorprendió el comprobar que ella tampoco respetaba mi intimidad, para ser sincera, me lo esperaba. Lo que me llamó la atención fue que analizara mi cuerpo con precisión. Agarrándome con fuerza con sus dos brazos, levitó sobre la estancia hasta llevarme a un gran ventanal situado en uno de los lados de la estancia. Me depositó suavemente sobre uno de los salientes del ventanal, dejando que mis piernas se quedaran colgando, con total movimiento aunque no me sorprendió mucho, a esa altura era imposible que pudiera escapar. Besó una de mis mejillas dulcemente con sus carnosos labios y dijo.

-Espérame, no tardaré mucho.

Tras esta breve despedida se acercó hacia el centro de la habitación, donde sin duda la perspectiva era muy favorable para ella. Suspiró profundamente mientras alzaba ambos brazos sobre su cabeza. De sus manos surgieron dos bolas rebosantes de luz; en un instante había creado dos bolas de fuego de un tamaño considerable. Cogió impulso y las lanzó hacia donde estaban mis compañeros. Tapé mis ojos rápidamente, no estaba preparada para ver el cuerpo de Shallow y James completamente carbonizados. A pesar de no ver absolutamente nada, el estruendo que propició el impacto de las dos esferas no fue indiferente a mis oídos. Con temor, quité las manos de mis ojos y lo primero que avisté fue el rostro de Selenia tenso, con una mirada llena de odio y frustración. No tardé mucho en descubrir la razón por la que la mujer se mostraba tan enfadada, mis amigos estaban intactos. No pude reprimir una sonrisa rebosante de alivio. Frente a ellos yacía el cuerpo de una persona completamente chamuscada, no había ninguna duda de que era Reik pues era la única persona que faltaba.

- En fin solo era un estorbo- dijo refiriéndose a Reik.

Me dejó anonadada esa expresión ¿no se suponía que eran hermanos?

Aprovechando la distracción de Shallow y James al estar sorprendidos por seguir con vida, Selenia volvió a crear otras dos bolas de fuego, en esta ocasión su tamaño era bastante más grande. Se echó hacia atrás para coger fuerza pero cuando fue a tirarlas dos figuras medio encorvadas surgieron frente a James y a Shallow. Kyo y Hachi estaban despiertos y por lo visto eran conscientes de todo lo que había ocurrido. Sus cuerpos se tambaleaban a cada paso que daban sin embargo pronto recuperaron la compostura. Selenia gruñó bruscamente, no parecía muy contenta de que mis otros amigos estuvieran allí. Me puse en pie rápidamente y comencé a dar saltos llenos de alegría. Mi impetuosa reacción no fue indiferente a nadie. Unos me miraban satisfechos mientras que la esbelta mujer me fulminaba con la mirada. No a mucho tardar Selenia tiró las bolas de fuego con todas sus fuerzas. Con una rapidez extrema, Kyo y Hachi cogieron a nuestros amigos y los alejaron de la explosión.

-Vaya vaya Kyo sigues tan rápido como un felino, era de esperar- sonríe- pero tú Hachiko, no sabía que te habías vuelto tan veloz, supongo que ambos habéis evolucionado bien.

-¡Cállate vieja bruja!- gritó Kyo- tus falsos halagos no nos engañan.

-Por lo visto te has convertido en una persona desconfiada y malhablada, me has decepcionado.

-Si es así, me alegro de ello, pero ahora… déjanos marchar a todos. Ya tienes todo el poder que puedes obtener, no nos necesitas.

-Puede que estés en lo cierto muchachito, pero, quiero pasar una larga temporada con mis hijos “adoptivos” ¿o es que acaso no puedo?

-Ni lo sueñes Selenia- dijo Hachi.

¿Hijos adoptivos? ¿De que estaba hablando? Creía que ya las sorpresas en aquella aventura habían finalizado, pero por lo visto quedaba alguna más.

James y Shallow habían pasado a un plano secundario para mí durante esa conversación, sin embargo siempre estuvieron allí, escuchando atentamente las palabras de Selenia. Comprobé satisfactoriamente como mi vista había mejorado considerablemente; a pesar de la altura a la que me encontraba podía ver con claridad la expresión de la cara de mis amigos. Shallow se veía deprimida, frustrada por no tener poder contra aquella mujer, sin embargo James miraba fijamente a Selenia, con odio, mientras apretaba sus puños con fuerza y gruñía cual animal enfadado; parecía estar a punto de saltar a por ella a pesar de no tener ninguna oportunidad para vencerla.

La mujer descendió con elegancia hasta que sus pies rozaron el suelo, sin embargo aún seguía levitando. Se acercó al grupo lentamente. Kyo y Hachi que se encontraba bastante cercanos, pero sin rozarse, acabaron siendo separados por sus finas manos; no opusieron demasiada resistencia. James se encontraba cara a cara con ella sin reprimir su mirada de odio. Shallow se alejó unos metros, no se sentía nada segura cercana a ella.

-No merece la pena que te enfurruñes querido James, no tienes nada que hacer contra mí. Fallaste al dejar que os acompañara, sin duda eres muy inocente.

- En eso he de darte la razón, fallé, no me percaté de que tú eras Miriam, y me arrepiento de ello.

-Bueno es que para que existan personas inteligentes, como yo, necesitan existir personas estúpidas.

-Guárdate tu prepotencia Selenia. Por mucho que nos vayas a amenazar, nunca seguiremos tus órdenes.

-En ese caso moriréis.

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