miércoles, 15 de abril de 2009

The Search

En esta ocasión fue Miriam la que me despertó a mí, y aun así necesitaba dormir más pero me levanté, teníamos algo importante que hacer.
Todos fuimos puntuales, teníamos que pegar unos carteles que hicieron algunos con fotos que les habían sacado a los profesores. Mientras que algunos pegaban los carteles, otros irían a la comisaría, porque aun que no quisiéramos, no nos quedaba otra. Había que encontrarla todavía, pero muy pocos checos nos echaban una mano, pero finalmente Miriam, Fran y yo acabamos encontrándola.
Era lo suficientemente grande para que alguien pudiera perderse así que nos mantuvimos los tres juntos hasta que encontramos a un policía.
-Excuse me, we need help, our teacher disappeared yesterday and we don’t know how find them.
-Sorry I can’t help you, today we have lot of work, if you give me a photo probably we can search them tomorrow.
-Tomorrow? - Grité- Oh my God, I can’t believe it…
Nos giramos los tres y salimos de la comisaría dando un portazo, nos dimos cuenta de que si la justicia no quería ayudarnos, tendríamos que tomar la justicia por nuestra mano. Los tres estábamos muy enfadados, pero a la que mas se le notaba era a mí. Cuando llegamos donde estaban los demás, nos miraron esperanzados pero en cuanto vieron nuestros rostros se hundieron de nuevo. Les conté todo lo que había pasado y se unieron a nuestro enfado.
En una semana teníamos que volver a España y, aun que a Laura la soltarían pronto ¿qué pasaba con los profesores? Tenían nuestros billetes porque creían que los íbamos a perder.
Habíamos perdido la mañana pues no encontrábamos nada y nadie nos llamaba para decir que les habían visto.
Ya era rutina irnos a comer al Dönner, pero era casi lo más rápido. Estábamos cansados, agobiados y… atemorizados ¿qué iba a pasar con nosotros?
Ese día no buscamos más, nos fuimos al hotel para distraernos, cada uno se fue a su habitación. Miriam y yo no paramos de hablar de lo sucedido hasta que entramos en la habitación, había algo encima de la mesa ¿qué era?... una nota.

Tengo algo que buscas

A esta nota le acompañaba un pañuelo para el cuello, era sin duda de Sofía, una de las profesoras. Cada vez estábamos más asustadas, Miriam salió corriendo de la habitación para avisar a todos a las habitaciones. En un minuto estaban todos allí, observando aquel pañuelo y leyendo una y otra vez el papel. ¿Debíamos ir a la policía o definitivamente, como habíamos pensado, debíamos actuar por nuestra cuenta?
Llamaron a la puerta ¿quién podía ser? Estábamos todos allí… no sabíamos si abrir o no. Volvieron a llamar, esta vez más fuerte, todos estábamos en silencio solo se escuchaba el latido acelerado de nuestros corazones. Volvieron a llamar y esta vez también hablaron, conocíamos la voz, era Laura.
-¡Eh vosotros, abridme!- gritó
Rápidamente, la abrieron la puerta, la habían soltado antes de lo que nosotros creíamos. Estaba muy nerviosa, pero pronto se calmó.
-¿Qué ha pasado?- preguntó asustada
-Mira-la dije.

Le enseñamos la nota y el pañuelo, y se quedó tan sorprendida como nosotros. Ya estábamos todos los alumnos, así que ya podíamos movernos con más libertad. Tendría que darnos algunas pistas para saber dónde estaban los profesores, porque ya sabíamos todos lo que había pasado: les habían secuestrado, pero… ¿por qué? Habíamos venido de Madrid, nadie nos conocía, sin duda fue el viaje más raro de la historia.
Desde ese momento debíamos estar atentos a cualquier cosa, aunque fuera una tontería, podría ser importante. Queríamos empezar a buscar de nuevo pero no sabíamos por donde, así que decidimos calmarnos y comenzar al día siguiente. Todos se fueron de la habitación, solo nos quedamos Miriam y yo. Miriam se fue a duchar, yo iría después de ella, pero mientras ella se duchaba yo saqué mi cartera y vi la única foto que tenía, la foto de David. Cuánto echaba de menos a ese amigo que siempre me escuchaba, y que por una vez que el necesitó mi ayuda, yo no se la supe prestar. Calló una lágrima sobre aquella foto de carné, y siguió tan limpia como siempre. Muchos recuerdos vinieron a mi en es momento, nunca me perdonaría lo que pasó.
Miriam salió de la ducha y me vio sentada en la cama, mirando la foto.
-No te tortures más, lo pasado, pasado está-me dijo con cariño.
Asentí con la cabeza agachada, cogí el neceser y la ropa y me fui al baño. Estaba todo muy limpio y colocado así que no me entretuve mucho. El agua caliente corría por mi espalda, mientras adelantaba la cabeza para apoyarme con ella en la pared. Me caía agua por la cara, pero yo sabía muy bien que esa agua no era de la ducha. Levanté la cabeza y me limpié la cara; comencé a ducharme y a lavarme el pelo antes de malgastar más agua.
Salí de la ducha, me sequé, me vestí y comencé a secarme el pelo con el secador, ya que tenía el pelo demasiado largo y no se me iba a secar. Miriam llamó a la puerta y entró.
-Lo siento-dijo-es que voy a bajar a por patatas o algo de comer sino me voy a caer ¿quieres tu algo? Te invito- ofreció mientras me guiñaba un ojo.
-Si, gracias
-Jeje, de nada… y vaya que pelo tan largo, seco lo tienes largo, pero ahora como lo tienes más liso… me encanta- dijo con una amplia sonrisa.
Abrió la puerta y se bajó a la cafetería. Ya no bajaríamos a cenar seguramente, así que me pareció estúpido haberme vestido con ropa de salir en vez de ponerme el pijama.
Cinco minutos más tarde subió Miriam llena de bolsas, bocadillos, coca-colas…me quedé alucinada.
-Parece que vamos de picnic- bromeé.
Nos reímos las dos y empezamos a sacar los bocadillos, las patatas y… había ago más: unas velas. Me quedé desconcertada con esa compra..
-¿Y esto?
-Jo, era una sorpresa-dijo rabiosa
-¿Para qué son?- pregunté con cierta inseguridad
Sé que es un poco cutre pero… era para que te animaras-dijo tímidamente.
Miriam colocó un bocadillo a cada lado de una de las camas, con una coca-cola en el medio con dos vasos. Cierto, era muy cutre pero a la vez muy bonito, nadie había hecho eso por mí nunca. Me emocioné y me empezaron a caer lágrimas de mis ojos cansados, no podía parar. La cara de Miriam refleja tristeza, se sentía desilusionada.
-Lo siento, debí haberme esforzado más, si es que soy tonta- dijo mientras se daba golpes en la cabeza.
- No, no… tranquila- dije mientras me limpiaba las lágrimas- me ha encantado, de verdad, ha sido todo un detalle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario