miércoles, 29 de julio de 2009

The Past Returns(Part.2)

Sin saber por que, de repente me acordé del móvil, rápidamente lo encendí pero no había ninguna novedad. Comencé a pensar en lo peor, pero ahí estaba Hachiko, apoyándome en todo momento.

Anduvimos durante todo el día, ya todo el paisaje parecía lo mismo, por un momento llegué a pensar que no estábamos avanzando nada, sin embargo Jack estaba fascinado. Cuando vi que ya no podía más me senté, en ese momento como si fuera algo predestinado empezó a vibrarme el móvil: era mi madre.

-¡Alesana, Alesana!-gritaba llorando.

-Te dije que no me llamaras.

-¿Dónde estás hija?

-Lejos, ya te lo dije la otra vez.

-Quiero verte aquí, sana.

-Tranquila, lo harás, ahora te debo dejar, adiós

Colgué. En realidad quería hablar durante días enteros con mi madre pero, en mi situación se me hacía muy difícil, la estaba haciendo promesas que no sabía con certeza si las podría cumplir o no. James escuchó mi conversación, lo notaba por la manera en la que me miraba, prefirió no acercarse sin embargo Hachiko si lo hizo.

-Anímate mujer, mi padre se siente mal al no poder ayudarte.

-No era mi intención, lo siento.

-Lo ves, no puedes ser así, no te disculpes por todo anda, y ve a hablar con él.

Asentí y me levanté. Me acerqué a él mientras pensaba en lo que le debía decir. Iba a empezar a hablarle cuando apareció Jack y le pidió que le acompañara. Aquel día no podría hablar ya con él así que volví con Hachiko y me dormí.

No me despertó la luz del sol, aquel día lo estaban ocultando las nubes, me despertó una mano fría sobre mi rostro. Me costó abrir los ojos, pero una vez abiertos conseguí ver a James, era hora de partir.

Jack aun mostraba cierto temor hacia nosotros y, no era de extrañar, quizás pensaba que en el fondo éramos como Marluxia, aunque para mi eso era imposible. Hachiko se acercaba a él tal y como lo hacía conmigo pero él solamente le daba respuestas breves, aun así Hachiko no se rendía, era igual de terca que su padre. Ahora que James estaba solo debía aprovechar para hablar con él, había algo en mí que decía que Hachiko lo estaba haciendo apropósito para darme la oportunidad de hablar con su padre, así que sin pensármelo dos veces corrí hacia él, le detuve poniendo la mano en su hombro y por sí mismo se giró.

-¿Ocurre algo?

-No, bueno en realidad si.

-No te entiendo.

-Quiero darte las gracias.

-¿Por qué?- preguntó asombrado.

-Por preocuparte por mí pero, de verdad, no te esfuerces tanto.

James asintió. Hachiko continuaba persiguiendo a Jack, los dos empezaban ya a cansarse: Jack se cansaba de escucharla y ella de perseguirle. Jack cada vez andaba más rápido hacia nosotros mientras Hachiko le seguía como un perrito. Agotado, llegó a nosotros.

-James, de verdad tu hija es encantadora pero, por favor, dile que deje de hablar, la cabeza me va a estallar.

James y yo nos miramos y al instante soltamos una carcajada.

Una vez que Hachiko había llegado retomamos el viaje. Mirara donde mirara todo continuaba igual, solo había campo y de vez en cuando aparecía algún animal.

El día seguía estando nublado, según las previsiones de James comenzarían a llover en unas horas, cuando comenzara a anochecer, y no falló en lo que dijo. No se cuanto tiempo había transcurrido pero la primera que notó que caían gotas fue Hachiko. No teníamos donde resguardarnos y cada vez llovía con más intensidad, todos comenzamos a correr buscando algún lugar donde pudiéramos cubrirnos. La lluvia no amainaba, cada vez nos resultaba más difícil movernos, además truenos y relámpagos se iban acercando a nosotros. Estábamos agotados, Jack apenas podía mantenerse en pie, decidimos entonces quedarnos allí aunque lloviera. No paró de llover en toda la noche, pero cuando hubo amanecido desapareció.

Llevábamos la ropa completamente encharcada, no hacía falta ser muy listo para saber que me pondría enferma. James y Hachiko hicieron un pequeño hechizo para que entráramos en calor, junto a nosotros había una pequeña hoguera y nos sentamos a su alrededor.

-Deberíais quitaros la ropa-sugirió James.

Mi cara reflejaba indudablemente un estado de incredulidad, no me atreví a mirar a Jack pero estaba segura de que él tenía la misma cara que yo. Al pensar esto empecé a estar un poco más aliviada pero, aun así tenía muchísima vergüenza y era un completo desconocido. De repente me empecé a sentir acalorada, posiblemente mi cara estaba cambiando de color en ese momento. Miré a James preocupada sin embargo él me sonrió.

-No tengas vergüenza mujer que hay confianza.

-Papá, intenta comprenderla- dijo Hachiko en mi defensa.

-Pero es que se va a poner mala.

-Se lo quitara si quiere, no la atosigues diciendo que se va a poner enferma.

-Está bien, está bien- dijo finalmente resignado

Yo aun les miraba atónita, la hija había vencido al padre, nunca sería capaz de agradecérselo lo suficiente. Hachiko, quien ahora estaba entre su padre y Jack, me sonreía como símbolo de la victoria, al verla no pude evita sonreír yo también. A la mañana siguiente seguramente tendría muchísima fiebre, pero al menos me había evitado pasar vergüenza.

No sabía si era por la humedad o por que pero lo único que me apetecía era dormir. Me dejé caer al suelo y a los pocos segundos me quedé dormida.

Me encontraba en un lugar completamente oscuro, me resultaba curiosamente familiar, miraba a mí alrededor pero no veía nada. Comencé a escuchar un voz, era una chica.

-Ayúdame.

Aquella situación cada vez me sonaba más, y aunque me costó, conseguí recordarlo: de esa manera se había comunicado David conmigo en el hotel, peor ahora no hablaba él, era una chica sin embargo no podía distinguir bien su voz, sonaba algo distorsionada y al estar tan oscuro no era capaz de distinguir ninguna figura en aquel tranquilo lugar.

Abrí los ojos, aun no había amanecido, Hachiko dormía a mi lado y un poco más alejado estaba Jack roncando, sin embargo no había ningún rastro de James ¿dónde se había metido? No le veía pero tampoco le di mucha importancia, James solía desaparecer en ocasiones, quizás era para cazar. Cerré los ojos y me dejé caer de nuevo al suelo para dormir algunas horas más, sinceramente las necesitaba, hacía ya algún tiempo que no dormía de una manera decente. Un grito fue lo que hizo que me despertara, era Jack, Hachiko le estaba persiguiendo con un cubo de agua ¿de dónde sacaría el cubo? Preferí no preguntar. Como ya había supuesto, James había regresado, miraba a Jack y a Hachiko riéndose a carcajadas mientras decía.

-Venga Hachiko deja al pobre muchacho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario