jueves, 23 de julio de 2009

The First Battle(Part.3)

Bajé pero no encontré a Jack, en realidad no encontré a nadie, aquella sala estaba completamente vacía. Viendo el panorama que había subí las escaleras y busqué a Jack por todas las habitaciones, todas estaban vacías, no se escuchaba ni un pequeño ruido. Estaba a punto de regresar a la habitación cuando escuché algo, eran unas voces que me resultaban muy familiares.
-No se cuanto tiempo podré retenerles, el hombre se despertará en seguida.
-Da igual lo que hagas, no se pueden marchar, deben permanecer aquí hasta que yo te lo diga ¿entendido? Y… como no lo cumplas, ya sabes lo que pasará.
-Si señora Marluxia.
¡Marluxia! ¿Qué estaba haciendo ahí? Se suponía que estaba sin energía. Lo que me pilló desprevenida fue que no me esperaba que Jack trabajara para ella, parecía un hombre normal. Me quité las zapatillas y regresé corriendo a la habitación donde estaban James y Hachiko. Los dos parecían tener un aspecto saludable en ese momento mientras conversaban, todo cambió cuando vieron mi cara.
-¿Qué ocurre Al?- preguntó Hachiko alarmada.
-Marluxia está aquí.
-¿Qué?-gritaron ambos.
-Estaba hablando con Jack, parece ser que él trabaja para Marluxia.
-Debemos irnos-comentó James.
-No papá, no está en condiciones de andar.
-Hachiko, no puedo luchar contra ella ahora, no tengo fuerzas.
No protestó más a su padre, sabía que llevaba razón pero tenía miedo de que no nos diera tiempo a escapar.
Abrimos la puerta y ahí estaba Jack, impidiéndonos salir, parecía que conocía nuestras intenciones. Hachiko intentó escapar pero Jack fue más rápido.
-Vaya ya estás despierto, que alegría.
- Si, gracias por tu hospitalidad pero… debemos irnos ya.
-¿Qué prisa hay? Permitidme que os invite a algo a los tres para reponer fuerzas.
Aquellas palabras realmente parecían sinceras aunque no nos dejamos engañar, sabíamos muy bien lo que planeaba. James posó una sufrida mirada sobre mí, me estaba dejando a mi la responsabilidad de encontrar alguna manera de escapar, pero negué con la cabeza haciéndole entender que no sabía que hacer. James aprovechó mi respuesta para contestarle.
-No gracias, tenemos prisa.
-¿Tanto importan cinco miserables minutos?
-En este momento si.
-Esperad un segundo, eso si podéis ¿verdad?
James suspiró y después de pensarlo asintió.
Jack salió disparado hacia abajo, regresó en seguida con una botella en la mano y nos la ofreció.
-Tomad, es un té casero para el camino.
James acercó la mano con la intención de cogerla pero rápidamente le aparté la mano de un golpe.
-Mi madre me ha dicho siempre que no acepte cosas de desconocidos-dije con una sonrisa pícara.
-Gracias pero no tomamos té, ahora déjanos pasar- dijo James para suavizar el ambiente.
Jack se mordió el labio inferior, estaba nervioso, se estaba rindiendo. En un momento de despiste Hachiko consiguió escaparse pero James y yo continuamos frente a Jack a quien parecía que se le habían agotado las ideas. Nadie decía nada, Jack continuaba sin dejarnos pasar, comenzamos a impacientarnos. James no quería mostrar su verdadera fuera, pero no tuvo más remedio que hacerlo, dio un fuerte empujón a Jack rompiendo las débiles paredes de aquella estancia. Por fin podíamos avanzar, Hachiko nos esperaba sentada en las escaleras. Debíamos haber huido deprisa ahora que podíamos sin embargo, James no pudo evitar mirar a Jack que estaba casi inconsciente.
-Lo lamento.
-Tranquilo, has hecho lo correcto- dijo casi sin voz.
Al acabar aquella frase se quedó profundamente dormido. Ya sin interrupciones y con James recuperado casi del todo salimos de la posada. Una vez fuera, me estiré y metí las manos en los bolsillos, entonces toqué algo… ¡mi móvil! Había estado tanto tiempo ocupada que ni me había acordado de él. Cuando lo saqué vi que estaba sin batería, hubiera sido demasiado raro que hubiera tenido algo de batería. Hachiko me agarró por la espalda, me dio tal susto que tiré el móvil al suelo. Cuando miré a Hachiko, se agachó y recogió los pedazos.
-Lo siento mucho Al.
-No pasa nada-dije con una sonrisa.
En realidad no la mentía, no tenía batería por lo que no me servía para nada.
James había seguido andando, pero regresó al ver que nos habíamos parado. Al ver el problema cogió el móvil y con un resplandor surgido de su mano consiguió reconstruirlo. Abrí la boca de asombro y cogí el móvil, aunque lo que más me sorprendió es que la batería estaba llena. Cuando James vio mi reacción soltó una carcajada.
-¿Sorprendida eh?
James se giró y como el problema había sido solucionado volvió a caminar de nuevo

1 comentario:

  1. Sigue, sigue, que esto reengancha. Creo que me he leído las tres o cuatro últimas entradas del tirón en un tiempo record xD

    Besitos loca!

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