viernes, 7 de agosto de 2009

The Call(Part.1)

Mi ropa, aun habiendo pasado toda la noche, seguía mojada, me costaba moverme al tener toda la ropa ceñida al cuerpo y las zapatillas estaban llenas de agua. Parecía que era a mí a la única que le afectaba este problema pues iba la última, justo detrás de Jack. Seguíamos un ritmo constante, no paramos hasta bien entrada la tarde. James y Hachiko se fueron a por comida y a por agua mientras tanto, Jack y yo nos quedamos sentados junto a la hoguera que habían formado.

-¿Te ocurre algo?-pregunté.

-¿Cuánto tiempo lleváis viajando?

-No lo se, hace semanas que perdí la noción del tiempo, quizás algo más de un mes.

-¡Un mes!-exclamó.

-Si, pero hemos sufrido muchos contratiempos.

Jack agachó la cabeza, debía sentirse mal sabiendo que uno de esos contratiempos había sido culpa suya, o al menos en parte. En ese momento llegaron James y Hachiko con carne y agua, respectivamente. Nunca me había fijado en todo lo que comía Hachiko, pero aquel día apenas podía pestañear, era casi imposible pensar que una chica tan delgada comiera tanto. Me miró y al ver cara que tenía se echó a reír. Daba pequeños bocados mientras continuaba mirándola. Al acabar de comer Hachiko se tumbó satisfecha, pensé entonces que si yo me hubiera comido todo lo que había comido ella habría estallado

El sol ya estaba oculto entre las montañas, nosotros continuábamos alrededor de la hoguera riéndonos sin parar hasta que le cansancio hizo mella en nosotros y acabamos dormidos.

Un movimiento en mi bolsillo hizo que me despertara, era el móvil que estaba vibrando. El número era desconocido pero aun así pulsé el botón verde y me lo puse en la oreja.

-¿Diga?-dije algo adormilada.

-Al, soy yo.

-Miriam- pronuncié su nombre en un pequeño susurro.

-Así es, solo quiero avisarte de algo, pase lo que pase… no me ayudes.

No entendía nada de lo que me estaba diciendo, pero antes de que pudiera preguntarle el por qué había colgado. Miré el teléfono durante unos minutos, mis manos estaban temblando ¿había sido real? La voz de Miriam me resultaba tan lejana que no sabía si había sido un sueño. Jack, que estaba a mi lado, se despertó, seguramente había hecho demasiado ruido.

-¿Estás bien?-preguntó preocupado

-Sí, solo ha sido un mal sueño.

Asintió más tranquilo y se volvió a dormir, me sorprendió la rapidez con que lo hizo, debía estar muy cansado. Yo aun seguía con el móvil en las manos pero lo volví a guardar e intenté hacer lo mismo que Jack, pero a mí me resultó más difícil. No paraba de dar vueltas en el suelo, no conseguía conciliar de nuevo el sueño. James estaba otra vez desaparecido y Hachiko, que estaba a mí otro lado, parecía que estaba a punto de despertarse a causa de mis vueltas. Al ver esto, me quedé quieta boca arriba y cerré los ojos aunque permaneciera despierta.

La noche se hizo eterna, el único ruido que se escuchaba eran los animales nocturnos que había a mi alrededor, me ponía nerviosa con solo pensar que podría atacarme alguno. Intenté dejar la mente en blanco para quedarme dormida, pero el intento fue en vano. Vi como llegaba James de allá a donde hubiera ido, y sabía de sobra que a él no podía engañarle por mucho que quisiera.

-Se que estás despierta.

-Tu siempre lo sabes todo- susurré mientras abría los ojos.

-No pienses más en el tema, hazla caso.

-Pero como…

-Tu misma lo has dicho antes, lo se todo- una leve sonrisa se dibujó en su pálido rostro.

Estaba comprobando que con él la palabra “intimidad” era imposible, pero eso en muchas ocasiones me ayudaba. Me senté junto a él y hablamos del tema hasta el amanecer, cuando empezaron a despertarse nuestros amigos. La primera en hacerlo fue Hachiko, se sorprendió al vernos a su padre y a mí hablando tan temprano, ciertamente era muy raro. No pasó mucho tiempo hasta que Jack se despertó, nos encontró a los tres hablando pero en esta ocasión hablábamos del recorrido que haríamos ese día. Jack se acercó a nosotros con la intención de sorprendernos, lo que no sabía es que el sorprendido iba a ser él. Una vez que estaba detrás de nosotros, James se giró con rapidez gritándole. Jack cayó al suelo del susto mientras nosotros nos reíamos a carcajadas. Hachiko se acercó a él y le tendió la mano para ayudarle a levantarse.

-Eso te pasa por levantarte el último.

Jack suspiró y cogió la mano de Hachiko con la mala suerte de que ésta estaba distraída y se cayó encima de Jack. Ambos enrojecieron mientras James y yo rodábamos por el suelo riéndonos. Hachiko se levantó rápidamente y mantuvo la cabeza agachada.

-Lo siento-dijo Hachiko ruborizada.

-No… no pasa nada-respondió Jack mientras se levantaba.

Sin dejar pasar demasiado tiempo, comenzamos a caminar. Hachiko, que aun estaba avergonzada iba a mi lado mientras Jack iba con James un poco más adelante. No era difícil comprobar que, al menos ese día, no iban a cambiar su comportamiento. Ambos iban con la cabeza agachada, Hachiko movía la boca susurrando algo que no alcanzaba a escuchar. A causa de mirarla me tropecé y caí al suelo torciéndome l tobillo. No podía levantarme me dolía demasiado como para apoyar el pie. Jack y Hachiko, por primera vez uno cerca del otro desde el incidente, me sostenían uno a cada lado para que no me cayera mientras James obtenía un poco de hielo.

-Ponedla en el suelo-ordenó-.Debes estar más atenta, mira por donde pisas-me reprimió James.

-Lo siento.

-No te disculpes, le podía haber pasado a cualquiera.

Jack y Hachiko se miraron mutuamente y asintieron.

-Lo siento- dijeron ambos.

Todos sabíamos el motivo por el que estaba distraída, uno de ellos en concreto lo sabía por haberse metido en mi cabeza. Asentí aceptando las disculpas pero… ¿cómo caminaría ahora? Entonces recordé como Hachiko curó a Jack, seguramente ahora ocurriría lo mismo. James me miró y negó suavemente, parecía arrepentido.

-No lo conseguirá, está demasiado cansada-comentó.

¿Qué? pero entonces…-suspiré- ahora no podemos avanzar por mi culpa.

-De ningún modo- dijo James agachándose y dándome la espalda- súbete.

Si hubiéramos estado en otra situación no habría aceptado, era demasiado terca para hacerlo, pero en esta ocasión acepté, les había hecho entretenerse demasiado. Me agarré a su cuello con fuerza y hundí mi rostro en su espalda, fue entonces cuando recordé a Fran. ¿Le encontraríamos algún día? Noté cuando nos pusimos en movimiento, no se iba tan mal en la espalda de James, era como estar en la espalda de tu padre, me sentía segura. De vez en cuando alzaba la vista y veía como Hachiko y Jack ahora iban juntos, me alegraba comprobar que habían conseguido arreglarlo todo. El cuerpo me dolía de estar siempre en la misma posición, pero aun así no paramos hasta la noche. James me decía siempre la misma frase: “aguanta, ya falta poco”, no se durante cuantas horas dijo la misma frase.

No hay comentarios:

Publicar un comentario